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LUIS PIRANDELLO
El Padre
Sí, sí, efectivamente: lo despedí. Pero vi entonces a esta pobre mujer ambular por la casa como extraviada, como una de esas bestezuelas sin dueño a las que se recoge por conmiseración.
La Madre
¿Es que acaso no me sobraban motivos...?
El Padre
(volviéndose a ella rápidamente, como para anticiparse).
(volviéndose a ella rápidamente, como para anticiparse).
¿Te refieres a nuestro hijo, verdad?
La Madre
¡Sí...! ¡Ya antes, señor, me lo había quitado de mis pechos!
El Padre
También eso te parece crueldad, y sin embargo, no lo hice sino porque, débil tú, quise llevarlo al campo para que creciese sano y fuerte.
La Hijastra
(señalando irónica al Hijo)
(señalando irónica al Hijo)
¡Pues, ahí está la muestra!