para la escena. Yo no quiero ofender a sus actores. ¡Dios me libre! Pero al verme ahora personificado en... no sé en quién...
(con altivez)
¡En mí, si no le parece mal!
¡Muy honrado con ello! (Se inclinará). Pero creo que, aun cuando usted ponga toda su buena voluntad y todo su arte en acogerme en sí... (Se turbará.)
¡Acabe usted, acabe!
Pues bien: aun cuando se esfuerce con todos sus artificios en parecérseme... su estatura... (Los Actores reirán). ¡Sí, difícilmente podrá ser una representación de mi realidad! Será más bien, la interpretación, aparte el semblante, de lo que yo soy, pero del modo como usted me sienta, si me siente, y no como me siento en mí mismo. ¡Y bien merece la pena de que tenga en cuenta todo esto el que haya de juzgarnos!