trada por la razón i confirmada por la esperiencia, la que nos debe dirijir en la práctica de gobernar los pueblos. La ▼policía de la Constitución ha tenido los mejores resultados en toda la antigüedad, que sabia mas que nosotros en estas materias; pero, sin entrar en disertaciones, basta esponeros su organización para que resolváis sobre sus ventajas.
Todo el Estado de Chile se divide por ahora en tres ▼Intendencias, dependientes absolutamente del Gobierno central; cada Intendencia se subdivide en delegaciones que tienen el mando militar i político de una provincia; las delegaciones en distritos, bajo el mando de un subdelegado, éstas en prefecturas i las prefecturas en inspecciones. ▼Un inspector tiene la intendencia de diez familias o casas, cuida de su policía i moralidad, ocupaciones, educación i cuanto puede dirijir el buen orden social; es un conciliador i juez doméstico en los desórdenes familiares i pequeñas demandas; vela sobre la observancia de las costumbres cívicas i de los deberes establecidos para la mas estrecha cordialidad i mutuos auxilios que deben prestarse aquellos ciudadanos. En fin, responde i da cuenta a las majistraturas de cada persona comprendida en aquellas diez familias. Un prefecto tiene la superintendencia sobre diez inspecciones, i cuida de la policía i moralidad de su distrito, con mayor autoridad i estension de facultades, velando especialmente sobre el desempeño de sus inspectores.
Un ▼subdelegado es el jefe de diez prefecturas; investido de mayores atribuciones, participa en mas alto grado de la autoridad directiva, política i judicial, i responde al delegado de la provincia de todo el arreglo de su distrito i el desempeño de sus subalternos. Finalmente, el delegado, que es el jefe político i militar de toda la provincia, responde a su Gobernador-Intendente de la administración de ella, i éste al Supremo Gobierno.
En los reglamentos trabajados para organizar este réjimen, hai algunos de la mayor utilidad política i civil. Tal es el que previene que cada habitante ha de traer consigo un boletín en que aparezca su nombre, la profesion de que subsiste i la Intendencia, delegación, subdelegacion, prefectura e inspección a que corresponde. Las útilísimas consecuencias de esta organización política son inapreciables; por de pronto considerad las siguientes:
Primeramente el vago u ocioso que se encuentre sin profesion, podrá ser aplicado a las armas o trabajos públicos.
- Con el auxilio de las inspecciones i demás jefes graduales, se puede formar cada año i en un momento la estadística de toda la República, i saber el Gobierno qué hombres tiene capaces de tomar las armas, cuántos labradores, artesanos en cada oficio, matrimonios, etc.
- Es mui difícil que se oculte un hombre en todo el Estado i que no esté bajo el alcance de la policía.
- No puede así descuidarse la educación i la ocupacion de cada ▼ciudadano.
- Se arregla el servicio de las milicias i la instrucción de ellas, que siempre ha sido la empresa mas difícil.
- Se minoran infinito los delitos, los viciosos, etc., porque cada inspector debe cuidar de separarlos de su inspección.
- Se ejecutarán exactamente todas las providencias de policía, respondiendo cada inspector de su pequeño territorio, lo que en el estado actual es casi imposible en grande.
- Se habituará cada inspección, i aun cada prefectura a las virtudes fraternales i mútuos auxilios de caridad i beneficencia con los pobres, enfermos, familias de militares ausentes en defensa de la Patria, espíritu de familia, mútuos obsequios de amistad, emulación en las virtudes servicios públicos i otros mil saludables objetos de moralidad, que siempre se esperimentan cuando es bien dirijido el espíritu de comunidad, como se está trabajando en el reglamento moral de la República, donde se asignan considerables premios i honores a las comunidades í prefecturas, donde se reúnan mayor número de ciudadanos útiles i virtuosos. Este espíritu de cuerpo bien dirijido es el mas fecundo manantial que puede hallar la política para las bellas acciones. La emulación de cuerpo formó la Compañía de Jesús, las Lejiones de César i la Guardia Imperial de Napoleon.
Los Cabildos que en épocas tranquilas solo son los ecónomos de las fiestas públicas, i en las convulsiones se abrogan la potestad tribunicia i aun la dictadura; los que sin atribuciones fijas ignoran su ministerio, i que hasta ahora fueron en sus elecciones i oposiciones el mas fecundo seminario de bandos i discordias en las provincias donde no prevalece la fuerza militar; hoi forman un colejio de majistraturas, todas útilísimas i respetables, i en que deben adquirir sólidamente el renombre de padres de la Patria. El mérito cívico i servicios de los ciudadanos; la moralidad pública; el desempeño de los funcionarios; la educación industrial i científica; la policía de salubridad, comodidad, ornato i recreo; la seguridad i arreglo urbano i rural; la superintendencia en las artes, fábricas, oficios i todo jénero de industria; la protección de los huérfanos, ausentes i demás personas sin representación civil, i de todos los institutos de beneficencia i misericordia; el cuidado i defensa de los caudales públicos i gremiales; todas estas funciones repartidas en los diversos majistrados que componen aquel colejio, son tan augustas i respetables, que bien merecen olvidar la fantástica representación política que jamas le confirieron los pueblos. Sobre todo, el nombramiento de estos majistrados por los consejos departamentales de las provincias, que son el verdadero órgano i representación nacional, les confiere un carácter mas augusto i evita los bandos i disensiones en las elecciones terri-