funciones por el paso mas concertado i mas interesante a nuestra República, con no haber admitido la abdicacion del mando supremo, que habia hecho nuestro Supremo Director. ¡Pobre pueblo si nos hubiera faltado este héroe, para en todo el tiempo de la mayor importancia i de la mayor necesidad de su persona! ¡Qué ejército vencedor de nuestros enemigos hubiéramos tenido! ¡Qué ejército auxiliador se hubiera formado para libertar a nuestros hermanos peruanos oprimidos por la fuerza espoliatoria de sus derechos que los hacia sucumbir irreparablemente bajo del yugo mas tiránico! ¡Qué escuadra naval! ¡Qué marina! ¡Qué órden en la administracion de justicia! ¡Ni qué otras cosas se hubiesen hecho, i que estamos viendo i palpando, si la Honorable Convencion, penetrada de estas verdades, no hubiera rogado i pedido encarecidamente la continuacion de este anjel tutelar, que nos ha dejado la divina Providencia! Doi las gracias mas espresivas a todo el pueblo que representa, i a sus personas de que se compone, por este solo hecho que nos trae tantas ventajas i tantos beneficios.
Yo bien conozco que tenemos personas con dignas, que, a su imitacion i siguiendo sus huellas, nos dan unas esperanzas firmes de que podría llenarse su falta; pero nunca dejaria de ser lamentable. Ofrezco, con toda la ejecucion de mi alma i candidez de mi corazon, mi persona i las de todos los mios en gratitud a cada uno de los que componen esta representación del pueblo i espero sus mas concertados aciertos. —Dios guarde al señor Presidente i demás individuos de esta Honorable Convencion Nacional. —Curicó, 1.º de Setiembre de 1822. —José. Antonio de Mardones.
Núm. 242
Devuelvo a US., de órden de la sala, el espediente sobre alzada de comercio, para que, oyendo US. al señor don Agustín Yiai, como US. lo propuso, me lo remita con minuta de decreto. —Reciba US. mi consideracion en esta Secretaría i Setiembre 11 de 1822. —Señor Presidente de la Comision de Comercio.
