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Página:Sesiones de los Cuerpos Lejislativos de Chile - Tomo VI (1822-1823).djvu/60

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CONVENCION PREPARATORIA
  1. declarar que no corresponde a la Convencion tratar de este asunto.
  2. Sobre la memoria del secretario señor Henríquez, dejarla en tabla para la sesion siguiente. (V. sesion ex dei 72 i del 13.)

ACTA

Asistieron todos los señores diputados ya incorporados.

La sesion se abrió a las diez i media de la mañana.

Se leyó el acta de la anterior i fué aprobada.

Se leyó un oficio del venerable vicario capitular, en que pide en su nombre i en el del Cabildo Eclesiástico, que se integre el coro i se restablezcan todas sus rentas. La sala acordó que no era de su resorte entender en este negocio.

El secretario leyó el escrito siguiente:

"Honorable Convencion:

"Vuestro vocal secretario presenta a vuestra Honorabilidad la siguiente memoria, bien sea autorizado por el reglamento para hacer proposiciones, o bien como un ciudadano que usa respetuosamente del derecho de peticion. Los pocos negocios del dia me ofrecen una ocasionoportuna, i el herir vuestro corazon por su lado mas vulnerable que es la misericordia, me promete de vuestra parte una disposicion favorable.

Para que U.H. las eleve a la consideracion de S.E., sujeto a su discusion las proposiciones siguientes:

  1. Una comision del seno de la Convencion éntre en los hospitales, examine su estado, presente el informe i proponga el remedio de los males que observe. Sabemos que el hospital de mujeres solo tiene ochenta camas. ¡Qué número tan corto para una poblacion como la nuestra! El número de mujeres infelices en la capital es mui grande; muchos empeños se necesitan para que una infeliz sea admitida en el hospital, cuyas camas están en gran parte ocupadas por ancianas miserables. El mal venéreo está estendido espantosamente entre las mujeres pobres i plebeyas; poco hace que los soldados se curen si no se estingue aquella sentina de enfermedad. Muchos hijos de familia se desgracian por esta misma causa. La sabiduría de los hombres mas eminentes en la policía urbana no ha hallado otro recurso para cortar este mal que el de un hospital donde solo se curen mujeres galicadas, encargando éstas a la vijilancia de la policía. Pido que se proponga, despues del informe, el establecimiento de una sola sala para curar casos venéreos de mujeres infelices.
  2. Pido que U.H., en el restablecimiento del hospicio, señale la época de vuestra reunion.
  3. Sé que en el hospital militar han muerto hécticos de resultas de 200 palos que recibieron 7 hombres el mes anterior, i ya han muerto tres en los pocos dias del mes que empieza. Las Cortes españolas, cuyos códigos van a ser la administracion del universo, han prohibido el castigo de azotes como degradantes del carácter español, i el de baquetas en la tropa, como incompatible con la carrera de los defensores heroicos de su Patria. Pido que U.H. exija de la comision militar el modo de emplazar mas útilmente el castigo de los palos i de las baquetas.
  4. Que una comision dé a U.H. cuenta del estado de las cárceles, número de presos motivos de la demora de muchas causas.
    Cuanto haga U.H. en este punto, le adquirirán gran gloria, pues él ha llamado sobre sí la atencion de todos los gobiernos de Europa i de América. En España va a adoptarse la panóptica, en Buenos Aires i Lima están o decretadas o construidas nuevas cárceles, siguiendo ideas de humanidad.
  5. Pero aun falta, Honorable Señor, que hacer otra cosa para que U.H. se adquiera toda la confianza i el amor de sus compatriotas, ponga su fama al nivel de las corporaciones populares mas célebres i se cubra de una dulce gloria. No se diga, Señor, los padres de la patria están reunidos, i todavía no se disminuye el número de infelices: todavía no llegan a sus oídos los suspiros i sollozos de las familias desgraciadas, ni se enjugan aun las lágrimas de las esposas, de las huérfanas, de los hijos de los deportados en consecuencia de los acontecimientos anteriores! ¿Qué padres son estos que no olvidan los yerros e ingratitudes de los hijos, o estraviados o ilusos? Hasta cuándo no se arrancarán de los países estraños los testimonios de nuestra degradacion: i los hijos del fértil i delicioso Chile andarán errando por rejiones desgraciadas, devorando miserias, pobrezas, amarguras? ¿Dejará U.H. pasar el 20 de Agosto, día de gracias, sin que se haga memorable por una accion de beneficencia, proponiendo e interesándose para que en ese dia feliz firme S.E. la jenerosa lei de olvido? Tal vez aun serán precisas algunas modificaciones; pero toca a vuestra bondad paternal pedir que aun con ellas la suerte de los miserables se suavice i mejore en todo lo posible: 'aperiantur ofreceres, vincula disolvantur. No quiero abusar por mas tiempo de la induljencia de U.H. Sea esto solo la primera parte de una memoria que leeré en otra ocasion i que dará ocupacion útil a las comisiones de agricultura, industria, comercio i minas. Honorabie Señor. Camilo Henríquez.

La sala oyó su lectura con enternecimiento. Acordó que quedase su discusion para la sesion siguiente.

Se levantó la sesion a las doce i media. —Francisco Ruiz Tagle. —Camilo Henríquez, secretario.