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408 CONGRESO NACIONAL

i que asistió a las sesiones del Congreso Supremo, haberse leido allí una carta escrita desde esta cabecera al señor diputado don Ciríaco Campos, en la que le comunica no haber llegado aun el decreto para elección de Cabildo i gobernador, añadiéndo que este pueblo era solo el infeliz, pues no se le permitía mudar su gobernador, a fin de evitar los insultos i vejaciones que el mandatario hacia con sus principales vecinos.

Si no me fuese tan conocida la ambición que tiene al mando el autor de la carta, las espresiones de que se valen los facciosos para denigrar en medio de la impunidad a los que no siguen sus ideas, hubiese vacilado en descubrirlo; pero luego dije quién era. Por no cansar a V. E. S. relacionaré algunas de las que ese jenio ignorante en sus deberes llama vejaciones, a fin de que V. E. S. decida si así deben llamarse. ¿Será vejación hecha por el delegado, impedir que un alcalde licencie soldados nacionales o que para servirse de ellos o porque dependen de sus amigos, sin anuncio de sus jefes i en pueblo donde hai un gobernador político i militar que se esmera en organizarlos en cumplimiento de su obligación? ¿Será vejación hecha por el delegado a los habitantes de Colchagua, haber organizado i disciplinado un rejimiento de milicia que puede competir en disciplina con los veteranos, con el cual ha defendido el partido de las escursiones del facineroso Pincheira i haber salido con él a aguardarlo en campaña a pesar de mi enfermedad, quedando el pueblo seguro i atrincherado cuantas ocasiones se anunció su venida, bien que contra la voluntad del autor de la carta, porque no lo mandaba él o el que por tanto tiempo fué su coronel, i no supo organizar ni siquiera una escuadra de compañía, sin acordarse dicho señor que, cuando yo esponia mi vida por salvarlo, él huia despavorido hasta Guacarhue, i que ni aun allí se conceptuaba seguro?

Este es, señores, el que tanto apetece el mando para... pero lo silenciaré. Será vejación haber depuesto hace siete meses un alcalde territorial, ladrón tan patriota i de buena conducta que lo acreditan dos solos hechos de él que relacionaré:

  1. Haber tenido ocultos en la diputación a los oficiales españoles Pica, director de Benavides, i a los otros dos Araos i Mujica, a quienes (despues de haber hecho compadre al primero, por confesión de él mismo, a presencia del señor diputado Campos, en casa del autor de la carta) remitió auxiliados de un todo, con el notario actual de Guacarhue, a incorporarse en Lináres con el jeneral Osorio. Pídasele informe al primer teniente mayor don Feliciano Silva, que poco tiempo despues fué gobernador de este partido i tuvo en esta cárcel al notario que los condujo hasta aquel destino.
  2. Haber sido diputado de Guacarhue, llamado a su casa dos individuos de su jurisdicción i haberles hecho declarar, amenazándoles con la muerte con un puñal en las manos, lo que él quería i no habia sucedido. Consta de declaraciones en la litis que ha seguido don Enrique Silva con su esposa. Esta es la vejación que ha sido mas sensible a ámbos señores.

Entre los señores que componen el Cuerpo de V. E. S. hai cinco diputados electos por este partido; ninguno de ellos tiene que agradecerme; pues, en su elección no he tenido mas parte que hacer conservar el órden, unión i tranquilidad. Ellos pueden informar a V. E. S . sobre mi conducta en el partido. Mi constante enfermedad me impide ir en persona a hacer presente a V. E. S. los motivos que tiene el señor autor de la carta para ser mi contrario; los omito por ahora por ser tan notorios i que si en algún tiempo se verifica, como se anuncia, la venida del ídolo que adoran, serán mas públicos i acreditados.

En esta virtud,

A V. E. S. suplico se sirvan dispensarme este largo relato que, por mi honor ofendido, hasta lo íntimo del alma se resiente, i seria dar un campo a mis adversarios si trasmitiese al silencio unas espresiones tan faltas i denigrantes como propias de su autor, i que deben ser castigadas por V. E. S.

Soi de V. E. S. con mi mas alto respeto el mas atento i obediente súbdito. —Manuel Quintana i Bravo —Señores Representantes del Soberano Congreso Constituyente.


Núm. 531

El secretario que suscribe tiene el honor de comunicar al señor gobernador Quintana haberse tomado en consideración por el Soberano Congreso, en sesión de 24 del corriente, la representación que le dirije, justificándose de las imputaciones que le noticiaron habian circulado en la Sala respecto a su conducta, i despues de haber tomado la palabra varios de los señores diputados para hacer ver la exactitud con que ha llenado sus deberes en todo el tiempo en que ha estado encargado de la delegación de San Fernando i las virtudes que le caracterizan, acordó la Sala se le dijese por secretaría que, en concepto del Congreso, no habia desmerecido por su conducta, que no se ha leido en la Sala la carta de que hace mérito i que ella, según la idea que en la presente sesión ha dado el señor diputado Campos, no contenía espresíon que denigrase su conducta.

El secretario que suscribe lo comunica, de órden del Congreso Nacional a don Manuel Quintana, ofreciéndole, con este motivo, la distinguida consideración de su mayor aprecio. —Secretaria del Congreso, Agosto 26 de 1826. —A don Manuel Quintana i Bravo.