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Página:Sesiones de los Cuerpos Lejislativos de Chile - Tomo XI (1824-1825).djvu/333

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SESION DE 9 DE SETIEMBRE DE 1825 333



ACTA[1]

Se abrió con asistencia de los señores Albano, Cienfuegos, Elizondo, Eyzaguirre don Domingo i don Agustin, Echeverría, Egaña, Echévers, Guzmán, Gandarillas, Infante, Lazo, Marín, Ovalle don José Antonio, don José Tomás i don Ramon, Rozas, Silva i Uribe.

Leida el acta de la anterior, fué aprobada i rubricada por el señor Presidente.

A continuacion se leyó una representacion del taquígrafo don Melchor José Ramos, en que hace reminiscencia del ofrecimiento por las autoridades lejislativas para el primero que apareciese instruido de este arte, la cortedad del sueldo que se le designó en el anterior Congreso, del que mucha parte se le satisfizo en billetes, restándosele todavía un pico por el descuento que pretenden hacerle de un 6 por ciento; que su salud débil padeció mucho atraso en este laborioso trabajo; que asimismo es catedrático en el Instituto, de esta facultad, i que la Sala tomase en consideracion todas estas circunstancias; lo que verificado despues de varias observaciones sobre el particular, resultó que se nombrase una comision para que presentase, con acuerdo de los mismos taquígrafos, un proyecto que allanase este negocio; recayendo el nombramiento hecho por el señor Presidente en los señores [[:bcnbio:Santiago De Echeverz y Santelices|Echévers] i Eyzaguirre don Domingo.

En seguida se leyó el ceremonial presentado por la Comision para la apertura del Congreso, llamado por la órden del dia, i despues de discutido a peticion de varios señores diputados, se resolvió para la siguiente sesion; continuándose (la sesion) con la lectura de los oficios para Concepcion i Coquimbo, en que se les invita a reunirse al Congreso jeneral. Hubo alguna discusion acerca de varios particulares de su contenido, i resultaron aprobados, con la calidad que se presentasen a la Sala los oficios reservados que se citan para poder firmar.

Con lo que se concluyó la sesion, señalándose para tratar en la siguiente sobre el ceremonial para la apertura del Congreso. —Cienfuegos. —Silva, secretario.


El señor Infante dijo: El Congreso anterior hizo una injusticia respecto de estos individuos. Por una lei dictada por el Senado, a que yo concurrí, se ofreció mil pesos de premio i una asignacion de doscientos pesos mensuales al que se presentase a desempeñar en el Congreso próximo la taquigrafía; se presentaron estos jóvenes, que eran hijos del país, i por lo que tenian un título mas a ser protejidos por aquella Representacion. Pero ella ni les declaró el premio ni el sueldo que se habia prometido. Yo creo que estamos en el caso de repararles este agravio, i tambien de tratar de evitar todos los perjuicios, que anuncia este individuo se le pueden seguir en su carrera.

Me parece que puede nombrarse una comision para que presente un proyecto sobre esta solicitud; de este modo, creo que podremos salir sin embarazo del asunto, presentando la comision su proyecto para la sesion siguiente; i que, en el entretanto, estos individuos sean obligados a llevar la taquigrafía.

El señor Elizondo. —Me parece que fui uno de los individuos que concurrí en el Congreso anterior a la asignacion de los taquígrafos; creo que no se les hizo injusticia, e igualmente haberse convenido los taquígrafos en hacer una renuncia del premio i de la asignacion, conformándose con la de cien pesos mensuales. Por eso creo que el Congreso procedió con justicia en hacer esta asignacion, i aun recuerdo que se les preguntó si se convenian, i ellos se conformaron.

El señor Infante. —Yo creo bien estraño que un individuo, teniendo derecho a que se le den mil pesos, los renuncie i que se conforme con quinientos, sin un motivo especial. Esto no ha podido suceder, pues, con los taquígrafos. Ellos no han hecho mas que presentarse, i no recuerdo tal renuncia. Yo reclamé bastante en ese tiempo por que se diese cumplimiento a la lei; se dijo que no tenian la aptitud suficiente; pero ellos redactaban las sesiones con tal exactitud que muchos de los diputados han confesado no faltar una sola letra a sus discursos. En fin, estos jóvenes etan naturales del país, en donde a costa de gran trabajo deben haber adquirido todos los conocimientos que tienen. En una Sala que carece de las disposiciones que otras, tampoco seria estraño que resultasen algo imperfectos los discursos redactados Yo insisto que se nombre la comision para que informe lo que halle conveniente, teniendo a la vista esta representacion; i aun la que entónces hicieron, que debe estar en la Secretaría.

El señor Echeverría. —En el Congreso pasado se ha espuesto cuanto pudiera concurrir a este asunto, i el Congreso con bastante detencion i exámen procedió i halló por conveniente la asignacion que hizo a los taquígrafos; pues, ahora con conocimiento de lo que ántes se dijo, ¿a qué se reclama el cumplimiento de esa lei senatoria que ni ha podido tener lugar en estos sujetos? En esta representacion solo se pide que se haga compatible este destino con su carrera principal, i a esto solo debemos contraernos. El Congreso solo tuvo por conveniente entónces no entrar en el exámen sobre si merecian o nó la asignacion que se prometió, i fué como un corte el que dió al asignarles el sueldo que entónces gozaron. Yo soi uno de los que concurrieron a esto, i creo que no estaban en el caso de la lei senatorial, ni que el Congreso procedió con injusticia. Vemos que

  1. El acta que sigue ha sido trascrita de un periódico titulado Logografía del proceso verbal de las sesiones del Congreso Nacional, de 1825. (Nota del Recopilador.)