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SESION EN 12 DE FEBRERO DE 1830

vando adelante cuestiones personales, mantuvieron a esta ciudad en la situacion mas amarga, que amenazó su destruccion i vino a terminar por un combate en que tuvimos el dolor de ver correr la sangre de nuestros hermanos, sangre que clamará siempre contra los que, no que riendo dejar a los pueblos en libertad i sujetarse a sus decisiones, fueron la causa de que se vertiera sin un motivo justo entre los soldados de la Independencia.

Por fin de esa triste escena, los tratados celebrados por las tropas dieron una quietud momentánea, que desgraciadamente se ha turbado por los motivos i con los resultados que la Junta ha hecho ver a los pueblos de la República en el manifiesto que sobre este particular tuvo el honor de presentarles: esos resultados continúan i vosotros sabeis, Señores, que después de los lamentables sucesos ocurridos en Valparaíso, las tropas embarcadas en aquel punto han invadido el territorio de la provincia de Coquimbo i tomado posesion de la ciudad de la Serena, sujeta en el dia a no reconocer otra lei ni mas autoridad que la de la fuerza. Desde allí se amenaza a la nacion entera con una guerra a que se ha librado la decision de la suerte de los pueblos i de que pende que se reconozca el principio de su soberanía o que se establezca no haber otra que la de la fuerza armada.

Esta es, Señores, nuestra situacion i ella es el necesario resultado de no haberse querida esperar nuestro juicio sobre las disensiones ocurridas entre el Capitan Jeneral don Ramon Freire i el jeneral de division don Joaquin Prieto sobre el mando del ejército de operaciones del Sud disensiones que el Capitan Jeneral, por ningún motivo, pudo consignar al éxito de las armas, especialmente desde que este Gobierno, en obsequio de la paz i considerando todas las circunstancias políticas, le invitó a que separándose de todo movimiento hostil, esperase la pronta reunion de esta augusta Asamblea. Por desgracia, no fueron atendidas sus insinuaciones ni la prohibicion de introducir tropas en el territorio de esta provincia. Los derechos de ella fueron atropellados, ajada la autoridad del Gobernador de Valparaíso, malversadas las rentas nacionales i abatidas las fortalezas, con inmenso perjuicio del Erario.

La Junta habria faltado a sus primeras obligaciones si en vista de estos hechos hubiese permanecido en inaccion i sin prevenirse contra nuevas agresiones que no pueden dejar de esperarse; así, sobre poniéndose a los inconvenientes que le ha opuesto la escasez de recursos, no ha perdonado medios de aumentar la fuerza, tomando a este respecto varias providencias sujetas a vuestra aprobacion, de que se os dará cuenta por separado. Entretanto, no ha perdido la esperanza de que vuestra feliz reunion sea bastante a calmar las ajitaciones i que ese Jeneral que concurrió al acuerdo de la formacion del Congreso de Plenipotenciarios, admitiendo i ejerciendo el mando que le dió este pueblo en 7 de Noviembre último i celebrando los tratados de 16 de Diciembre siguiente, oiga sumiso la voz de ese mismo Congreso, respete i obedezca sus decisiones i aleje de la República los dias de llanto en que se halla i los que le esperan, todavía mayores, si continúan las disensiones presentes. Por todo la Junta os pide,Señores, en nombre de esta provincia i en el de toda la República, que vuestro primer paso sea darnos un gobierno jeneral i cooperar con él por todos los medios posibles a poner fin a las mayores desgracias que pudieran sobrevenirnos. Una lijera ojeada sobre nuestro actual estado hará que vuestro empeño se redoble en proporcionarnos el bien que acabamos de insinuar.

Nada lisonjero puede deciros la Junta al trazaros el cuadro que presenta la República, si no es el noble entusiasmo con que todos sus habitantes se empeñan cada dia mas en restablecer la Constitucion i obtener de una vez el triunfo de los principios sobre las miserables aspiraciones. Por lo demás, cada ramo presenta el aspecto mas lastimoso. Reasumida por cada provincia su soberanía, cada una tiene un gobierno distinto i, si no fuera por la uniformidad de sentimientos, a esta hora habríamos caido en el desorden mas espantoso. La hacienda pública ha padecido atrasos consiguientes a tan estraordinarias ocurrencias; i este Gobierno en cuya provincia está el centro de su administracion, por la necesidad que ha tenido de intervenir en el despacho de lo diario i urjente, ha tocado de cerca sus apuros i visto cuántas reformas necesita para que no camine a su nulidad. La Junta tiene la satisfaccion de deciros, Señores, que en el manejo de los fondos públicos ha procedido con la mas escrupulosa economía, ciñéndose a mandar hacer los pagos mas precisos por asignaciones establecidas i los gastos absolutamente indispensables en las actuales circunstancias; de todo lo que se os pasará una razon exacta para vuestra intelijencia. La administracion de justicia no ha padecido alteracion; solo se han removido los jueces de letras que por las resoluciones del pueblo, anulando las elecciones, se han mandado cesar, reponiéndose las personas que desempeñaban estos destinos anteriormente; i aunque la Corte Suprema de Justicia, en virtud de la decision unánime de las provincias i de las infracciones calificadas por ellas, debió haber vuelto al estado que tenia antes de las elecciones, la Junta, aunque podia haber mandado cesar a los que la componen, se ha abstenido de este paso reservándolo al Ejecutivo nacional, por evitar reclamos que talvez entorpeciesen su marcha i distrajesen sus atenciones de asuntos mas interesantes.

La Junta no puede, Señores, dejar de deciros que, en medio de convulsiones tan estraordinarias, no se ha perturbado la educacion de la juventud que con tanto empeño se promueve en esta ciudad, pues en los dias mismos de las tur