cion Nacional, mi profunda gratitud por la confianza que se ha servido dispensarme colocando sobre mis débiles fuerzas el enorme peso de su suerte.
"Si en todas circunstancias la grave responsabilidad del encargo que os habeis servido encomendarme me habria hecho estremecer ¡cuáles serán mis temores al volver los ojos al cúmulo de males i peligros que aflijen a la patria...! Vuestra cooperacion i la de los ciudadanos que amen el órden, es lo único que puede inspirarme esperanzas de salvarla. Trabajemos de acuerdo en la obra difícil de restaurar el imperio de las leyes; de sofocar la discordia funesta que amenaza destruir nuestra libertad naciente; de mostrar de nuevo a los pueblos en su primera integridad el edificio majestuoso de la ▼Constitucion que han jurado; de consolidarla i de hacer revivir a su sombra las virtudes pacíficas que en todo tiempo han distinguido el carácter chileno. Tales son a lo menos mis mas ardientes votos. La Divina Providencia, cuyas bendiciones invoco sobre las operaciones del ▼Gobierno i los destinos de Chile, i cuyas miradas penetran los mas ocultos pliegues del corazon humano, sabe que no existe en el mio otra ambicion que la de concurrir con vosotros a la grande obra de la paz. Dichoso mil veces si logro restablecerla, i realizados así vuestros deseos, pueda dentro de poco deponer en vuestras manos el poder que habeis confiado i volver a la oscuridad de la vida privada con la dulce satisfaccion de que mi existencia no haya sido enteramente inútil para la felicidad de mi patria."
Concluido este discurso, se retiró el ▼Presidente de la República acompañado por la misma ▼Comision, que lo dejó en el lugar donde fué recibido. Este acto fué solemnizado en la Sala del del ▼Congreso con la asistencia de todas las corporaciones, levantándose después de él la sesion. —Fernando Errázuriz.