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Página:Sesiones de los Cuerpos Lejislativos de Chile - Tomo XVII (1828-1829).djvu/423

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SESION DE 14 DE OCTUBRE DE 1829

asegurarle los sentimientos de su alta consideracion i aprecio. —Valparaíso, 25 de Setiembre de 1829. —Francisco R. de Vicuña. —Melchor José Ramos, Pro Secretario. —A la Cámara de Diputados.


Núm. 198

Estando aun el Gobierno en Valparaíso, pero ya en receso la Cámara de Diputados i próxima a suspender tambien sus sesiones la de Senadores, el Presidente electo de la República le dirijió la siguiente comunicacion:

"Santiago, Setiembre 28 de 1829. —El fatal estado de mi salud no me ha permitido contetar mas oportunamente la honrosa comunicación de V.E. de 25 del presente en que se sirve trascribirme una órden del Congreso Nacional para que en el término de ocho dias me presente en esa ciudad a recibirme del Gobierno de la República, dando cuenta en el caso de no poder hacerlo. Cuando mi vida pública presenta varios testimonios de mi ilimitada obediencia a la voluntad nacional, i cuando jamas me he escusado de prestar mis servicios en trabajo alguno por ímprobo e ingrato que haya sido, no habria vacilado en consagrarme al mas honroso i sublime que puede desempeñar un chileno si invencibles obstáculos no me cerrasen el paso a un cargo desde el que se descubre una vasta senda que conduce a la inmortalidad. Estoi realmente enfermo de gravedad, e incapaz de contraerme a ninguna ocupacion séria. Mi enfermedad es de las que salen al rostro; i cuando he querido tentar alguna lijera contraccion, en el momento se me inflama éste de un modo monstruoso. No hice caso al principio de este mal porque me pareció mui efímero; pero desde que tomó cuerpo i comenzó en su mayor acceso a afectarme el cerebro, me he sometido a un severo réjimen de curación bajo la direccion de un facultativo ilustrado Esta es la única consideración que me retrae de aceptar el Gobierno de la República, porque este importante cargo no puede desempeñarse a medias ni por un valetudinario. Al hacer a V.E. esta injenua confesion me siento combatido de varios afectos contrarios. El agradecimiento por una parte (que es el sentimiento que prevalece sobre todos los de mi corazon) hace mi posicion en estremo amarga, por no poder corresponder como yo deseo a la buena voluntad que me han manifestado mis compatriotas. La perspectiva de los grandes servicios que ofrece este cargo al que se sienta con ambicion de prestarlos a su patria en un espacio inconmensurable, es otro tortor que no atormenta ménos mi corazon, reagravando mis dolencias físicas el sentimiento de estas penas morales. Penetrado V.E. de motivos tan poderoso, se servirá esc usar mi no aceptacion ante el Congreso Nacional, persuadido que solo mi imposibilidad física puede impulsarme a sustraerme del mas honroso i distinguido cargo a que yo jamas por mis servicios habria podido aspirar. —Dios guardea V. E. muchos años. —Francisco Antonio Pinto. —Excmo. Señor don Francisco Ramón de Vicuña, Jefe Supremo de la República. —Valparaíso."

Las circunstancias en que se halla la República son de tal naturaleza que han obligado al Jefe Supremo a solicitar se reuna nuevamente la Representacion Nacional, no obstante que todavía no haya llegado el dia designado para ello. Entre las medidas que contribuirán eficazmente a sacar el país de la marcha incierta que ahora lleva, es la principal a juicio del Poder Ejecutivo, el determinar pronta i definitivamente lo que parezca mejor acerca de la solicitud en que ha insistido el Presidente electo. No se ocultarán al Congreso los embarazos que frecuentemente debe tocar un Gobierno provisorio, i cuya duracion es tan momentánea. Entretanto, ni sus medidas pueden ir marcadas con el sello de la estabilidad, ni sus compromisos ofrecen una garantía segura i cual corresponde a su magnitud. Males tan graves como éstos no son los únicos de que se resiente la administracion a causa del interinato que la caracteriza: hai otros muchos que se enumerarian si lo permitiese la premura del tiempo; pero todos refluyen directamente sobre el país.

En bien de éste i en atencion a lo sensible que es al Jefe Supremo de la República semejante situacion, él espera que la Representación Nacional a fin de remediar tanto mal i de exonerarlo de una carga tan gravosa obrará en los términos que ha indicado; aceptando las consideraciones de su distinguido aprecio i respeto. —Santiago, 10 de Octubre de 1829. —Francisco Ramón de Vicuña. —Melchor José Ramos, Pro-Secretario. —Al Congreso Nacional.


Núm. 199

La Comision de Gobierno ha visto la renuncia del Presidente electo de la República, Jeneral de division don Francisco Antonio Pinto, i ha observado que ella fué hecha el dia veintiocho de Setiembre último, diezisiete dias antes de esta fecha, tiempo en que puede haberse mejorado su salud, cuyo quebranto es la única causa que se aduce: en el mismo tiempo han sobrevenido circunstancias que, a juicio de la Comision, obligarán a S.E. a sobreponerse, si puede decirse, a sus mismas imposibilidades. La Comision, por lo dicho i por otras justas consideraciones, opina que antes de precederse a toda otra resolución se adopte el siguiente proyecto de decreto:

Artículo único.. —Contéstese al Poder Ejecutivo prevenga al Jeneral de division don Francisco Antonio Pinto que diga decidida i estrictamente en el término de veinticuatro horas, si aun despues del tiempo corrido desde su renuncia de veintiocho de Setiembre i en vista de las