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CONGRESO CONSTITUYENTE

hígado, disenterías, reumatismos metásticos, catarros i tisis pulmonares.

DE LOS ALIMENTOS

Conforme al plan que hasta aquí hemos seguido, de dar alguna descripción de los órganos sobre que obran sus efectos las causas que discutimos, ántes de entrar en el objeto de este artículo, nos ocuparemos de algunas breves observaciones anatómico-fisiolójicas de la función de la dijestion i de los órganos principales de esta importante operacion.

El estómago i los intestinos son los órganos mas interesantes de la dijestion i los que trasmiten la parte nutritiva del alimento a todo el sistema. Su situación es demasiado conocida para detenerse en esplicarla. El estómago es un saco delgado i de considerable tamaño, enteramente cruzado de venas, arterias, nervios i vasos absorbentes. Los intestinos forman un largo i tortuoso tubo que se estiende desde la boca mas baja del estómago hasta la abertura esterna llamada anus, i, como el estómago, son igualmente provistos de vasos sanguíneos, nervios i vasos absorbentes. De la superficie interior del estómago mana un fluido mucoso i otro líquido llamado suco gástrico. Hai dentro de los intestinos unos pequeños vasos que reciben la parte nutritiva del alimento i la llevan a la masa de la circulación. Despues que el alimento es masticado, pasa a disolverse en el estómago. De todos los ajentes a que los fisiolojistas han atribuido la disolución de los alimentos, ninguno hai cuyo poder a este respecto sea tan bien probado como el suco gástrico. En esta época tan adelantada de los conocimientos médicos, es innecesario repetir las pruebas del poder disolvente de este fluido que han suministrado los esperimentos de Spallanzani, Haller, Reaumur i Mr. Cruickshank. Sin embargo, como hasta hoi creen muchos profesores médicos que la dijestion puede hacerse sin el auxilio del suco gástrico, seria preciso recordar los recientes esperimentos practicados en Inglaterra i Francia [1] i por los que se ha demostrado de un modo plenamente satisfactorio que la secreción del suco gástrico depende enteramente de la influencia de los nervios distribuidos en el estómago i que la división de aquellos nervios impide la secreción de este fluido i destruye completamente la dijestion del alimento. Los puntos fisiolójicos tan convincentemente probados por dichos esperimentos, son mui dignos de recordarse por los médicos prácticos, como que ellos no solo han desparramado mucha luz sobre el verdadero oríjen de tantas enfermedades, cuya naturaleza ha sido a este respecto erradamente representada por muchos escritores i, por consecuencia, mal entendida por la jeneralidad de los médicos, sino que también ellos esplican el modo cómo ciertos artículos que entran en la composicion de nuestros alimentos, producen efectos dañosos a las funciones del estómago. Cuando un alimento de buena calidad es recibido por un estómago sano, se convierte, por la acción del suco gástrico en una masa líquida, la que despues de haber permanecido algún tiempo en este órgano, pasa al intestino llamado duodenum, donde se encuentra con los fluidos biliario i pancreático i se separa en dos partes, a saber: el quilo i los escrementos. La primera, entrando en los vasos absorbentes que indicamos, hablando de los intestinos, se mezcla con la sangre i es la fuente del nutrimiento i de a fuerza; la última es espelida del cuerpo, rodemos aquí mencionar, que sin embargo de que los antiguos fisiolojistas suponían que los vasos lácteos (los que acabamos de indicar) poseían solamente el poder de absorber la parte nutritiva del alimento, recientes esperimentos han demostrado que otros vasos poseen el mismo poder.

Majandie, Sir Eduardo Home, Mr. Brodie i otros, han probado que las venas de los intestinos tienen el poder de absorcion i de mantener a los animales con el alimento que han tomado de los intestinos, cuando el conducto torácico se cierra por medio de ligaduras. Los últimos esperimentos de Von J. Tiedemann i L. Gruelin, profesores de la escuela de medicina de Heídelberg, también demuestran de un modo mui satisfactorio que las sustancias colorantes, salinas i metálicas, pueden pasar a la circulación sin ir por el camino de los conductos lácteos i torácico, pero nó las materias alimenticias. Hemos apuntado estos hechos fisiolójicos, porque los creemos mui interesantes para esplicar gran número de síntomas curiosos que ocurren a las personas que padecen indijestiones.

Habiendo descrito rápidamente las funciones de la dijestion i bosquejado las mudanzas que esperimenta el alimento cuando entra en los órganos dijestivos de un hombre en salud, solicitamos la atención de nuestros lectores para tratar de los efectos que producen sobre estos órganos los alimentos de naturaleza impropia que, con predilección, se usan en este pais. Los naturales, jeneralmente hablando, siguen el ejemplo de otras naciones en la virtuosa abstinencia de licores espirituosos, pero tenemos el pesar de decir que no sucede lo mismo con respecto a sus cocinas. Ellos no se contentan con asar o cocer simplemente sus viandas, sino que las aderezan en mil formas, de mil sabores i en mil estados de composicion, i como si obstinadamente olvidasen todas las pruebas que los fisiolojistas i químicos han dado de las propiedades indíjestas i no nutritivas de las sustancias oleajinosas, uniforme

  1. Inquirys into the laws of the vital functions by Dr. Philips. Journal of the Royal Institution of London. N. 63, páj. 17 et seq. Dr. Hastings on the effects of dividing the eigth pair oí neroes, D. l'Influence du Systeme Nerveux sur la dijestion stomachale par M. M . Ureschet, Edwards et vasasseur. Arch. Gener.