▼der aquella justa hospitalidad a un infeliz pueblo oprimido, i que no merece confundirse con unos gobiernos inicuos. Esa jeneralidad de que los españoles no han dado pruebas de adhesion a nuestra ▼Independencia, nos parece que no debia jeneralizarse tanto; podríamos citar bastantes españoles que cuando se trataba de reconocer nuestra Independencia votaron por ella, i mucha parte de estos individuos se hallan prófugos en Inglaterra i Francia, i ¿en qué principios se fundaria que cuando un individuo de estos se presentase en nuestro territorio no le debamos dar nuestros auxilios? Entiéndase que cuando decimos auxilios hablamos de aquellos que tengan precisamente por base la seguridad de la República. La idea dominante del siglo actual i las ideas liberales que se han propagado por todos los pueblos, hacen que sea ya una necesidad absoluta la aproximacion, i por decirlo así, la confederacion de los hombres i de los pueblos, para ayudarse entre sí e ilustrarse mútuamente. Los pueblos en la actualidad ya no son ni pueden ser estraños respecto los unos de los otros; ya no están divididos por esa bárbara e insensata política que hacia que se creyese que una nacion no podía prosperar sino por el abatimiento i ruina de otra. En la actualidad pocos son los políticos que no conocen que el bienestar de cada uno contribuye a la comodidad de todos; que un patriotismo demasiado esclusivo i encerrado en los límites de un territorio, mas o ménos circunscrito, no es otra cosa que una especie de egoismo local o nacional siempre poco razonable e injusto; que los gobiernos i los pueblos léjos de unirse para unas guerras sangrientas i ruinosas, i para prohibiciones impolíticas, deben por el contrario establecer entre sí relaciones de beneficencia mútua, i comunicaciones fáciles i enteramente libres; que en vez de rivalidades hostiles, deben suceder una saludable concurrencia libertadas de trabas, una comunidad de trabajos i de esfuerzos para estender las conquistas del hombre sobre la naturaleza, para hacer sucesivamente partícipes a todos los paises de los beneficios de las invenciones, descubrimientos i mejoramientos que son propios a cada uno de ellos, i que en otros tiempos cada uno en particular procuraba reservarse a sí, escluyendo a los demas por una pretension odiosa de monopolio i de privilejio.
He aquí los principios de que debe penetrarse todo verdadero patriota, si en efecto ama a su pais, i si desea su adelantamiento.
Núm. 465
II
▼Seria de desear que el autor de la mocion tuviese la bondad de indicarnos una sola nacion que no haya debido en gran parte su civilizacion i sus adelantos a los estranjeros, o si carecian de patriotismo i de honor nacional aquellos eminentes romanos, los Tulios, los Aticos, los Scipiones que se confesaban con orgullo discípulos e imitadores de los rectores literatos griegos. En las naciones modernas no se nombra un monarca distinguido que no haya tenido formal empeño en atraer a sus estados los hombres de mérito nacidos en otros dominios. Alfonso el Grande reune en Toledo a todos los estranjeros, orientalistas e historiadores de Asia i Europa. Isabel la Católica favorece a un estranjero desechado por cuatro gobiernos, i ese estranjero descubre un nuevo mundo. Pedro el Grande civiliza sus estados con alemanes i franceses. Catalina i Federico segundo, convidan i prodigan el oroi las distinciones a Maupertuis, Voltaire, D'Alembert i D'Argenson. El mejor ministro de hacienda que ha tenido la Francia (Necker) fué un jinebrino; el hombre a quien Napoleon confióla direccion de sus ejércitos, fué un irlandés. (El duque de Feltre). Alejandro de Rusia da el gobierno de Crimea al duque de Richelieu, i este estranjero saca de la nada la opulenta ciudad de Odessa. ¿Qué no ha debido la España moderna a los Cabarrús, a los Lasis, a los Orreilis, a los Malaspinas, a los Gravinas, i a otros cuya lista seria interminable? La Inglaterra debe su industria a los flamencos i a los franceses espulsos por el fanatismo jesuítico. En el dia están colmando de riquezas a un frances llamado Brunel, que les ha dado en cambio la máquina de las garruchas, las ruedas circulares, el astillero de Chattan, i el puente subterráneo debajo del Támesis. Nombrar a los Estados Unidos es nombrar la tierra clásica de la hospitalidad i del estranjerismo. Aquellos verdaderos republicanos sabian mui bien que la base de su prosperidad futura debia ser esa noble libertad que les atrae la industria, la riqueza i el saber del mundo antiguo. Ciudades enteras compuestas de alemanes, franceses e irlandeses acreditan en el dia la sensatez de su política.
Las nuevas repúblicas de América deben sin duda un tributo de reconocimiento a los innumerables estranjeros que han sacrificado la vida por su independencia. Apénas se hallará en los anales de estos pueblos un hecho de armas a que no hayan contribuido ingleses i franceses. Los nombres de Miller, Brandzen i Raush pasarán en caractéres gloriosos a la inmortalidad. ¿I quién ha creado la marina de estos estados? ¿Quién ha limpiado sus costas de enemigos? Cochrane, Woosteir, Güise, Porter, Brown, i Fournier.
El autor de la mocion deberia dar una leccion de intolerancia a Bolívar, cuyo estado mayor se compone de estranjeros, i que confía un ministerio de su República querida al español Infante.