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SESION DE 28 DE AGOSTO DE 1835

tal a Valparaiso, es excesivamente penoso por el largo rodeo que es necesario hacer a causa de las serranías de Ibacache. En estas se presenta un portezuelo llamado de la Magdalena, mui bajo i entre lomas de un suave declive, por las cuales, mediante un costo moderado que se calcula en 1,500 a 2,000 pesos, pudiera abreviarse considerablemente el tránsito, proporcionando al comercio de Santiago con Valparaiso un camino mas abundante de recursos i mas corto que el de las penosas cuestas de Zapata i de Prado.

Los caminos de la provincia de Colchagua, según me informa el intendente, se encuentran en el mas deplorable estado, i parece de necesidad imponer a los propietarios la obligacion de componerlos, terraplenando los fangales o dando otro curso a los desagües que lo forman. Pero los hai que no son susceptibles de este remedio por varias causas naturales. El intendente propone que a los propietarios que están inmediatos a los rios, esteros i vertientes perennes, se imponga la servidumbre de mantener en todo tiempo veinte varas libre de terreno firme para el tránsito; que los propietarios que tengan haciendas contiguas a los caminos sean obligados a mantenerlos en buen estado para el tránsito de carretas, carruajes i mulas de carga, i que se castigue con graves penas pecuniarias al que de propia autoridad cerrase un camino público.

En la provincia de Coquimbo solamente los inmediatos a la Serena han recibido algunos pequeños reparos, i lo peor es que las mejoras hechas en ellos son efímeras, por lo flojo de los terrenos i las mutaciones que hacen en ellos las avenidas. Las faldas i laderas de los montes, donde el tráfico es tan peligroso en la estacion de las lluvias, por lo pendiente i fragoso del suelo, ofrecen mas proporciones para la construccion de caminos durables.

Las mismas quejas sobre la mala condicion de los caminos se hacen oir en todos los departamentos; i para terminar este asunto, en que por desgracia no puedo presentar otra cosa que una lista de necesidades a cual mas imperiosa, notaré que en algunas partes ha dejado, años hace, de percibirse la cantidad asignada a la refaccion de caminos por el Gobierno español, i que el que por la cordillera se dirije a Mendoza no solo está deteriorado, sino que en partes no puede transitarse sin peligro, por la destruccion de las chozas que ofrecían al desamparado caminante un asilo contra los rigores del invierno.

En la provincia de Aconcagua no hai ya fondos con que proveer a la subsistencia de este camino, porque los productos del pontazgo han venido a ser casi nulos.

Es de esperar que la autorizacion dada al Gobierno para admitir las propuestas de los individuos que quieran dedicarse a la construccion de caminos, canales i puentes, con la recompensa de una moderada contribucion por un limitado número de años, satisfará en breve a algunas de las mas urjentes necesidades de esta especie, i se estenderá progresivamente a las otras. El fomento que la agricultura i comercio se dan de este modo así mismos, es regularmente mejor entendido, mas económico i mas eficaz que el que puede prestarles la intervencion de la autoridad pública.

Ordenanzas rurales. —Concibo indispensables la formacion de ordenanzas rurales que, provean a la comodidad del público i a la facilidad del tráfico interno, en que ninguna parte de la poblacion tiene un ínteres mas inmediato que los propietarios mismos. Junto con este objeto se halla unido íntimamente el de la construccion de tajamares o diques contra las avenidas que hace tan frecuentes i tan temibles la configuracion del territorio chileno; i no clama ménos la agricultura por el establecimiento de reglas precisas i bien entendidas para la distribucion de las aguas de riego. Es preciso confesar que todos estos ramos de policía rural se hallan en un estado lamentable de atraso, que debe excitar toda la solicitud del Gobierno i de las Cámaras.

Sanidad. —Acerca del réjimen de los hospitales i demás establecimientos de piedad, nada tengo que añadir aquí a lo que el Presidente espuso a las Cámaras en su discurso de apertura. Bajo los cuidados de la Junta de Vacuna se conserva i distribuye con regularidad este precioso preservativo de la viruela.

Policía. Cárceles. —En aquella parte de la policía que tiene por objeto la seguridad de los habitantes, es notoria la insuficiencia de los medios. Debemos, con todo, esperar algunos adelantamientos del celo de los Cabildos, del aumento progresivo que esperimentarán los ingresos municipales i de la regularidad que se va introduciendo en su administracion.

En la capital, el cuerpo de serenos i el de vijilantes han contribuido en gran manera a disminuir el número de los crímenes atroces de que veíamos en otras épocas tan frecuentes ejemplos. En el año próximo pasado, las muertes causadas por heridas hechas de intento no pasaron de diez i ocho, que es la mitad de las que ocurrieron el año anterior de 33 i una fracción mui pequeña de las perpetradas en otros. Es sensible tener que notar la poca puntualidad de algunos vecinos en el pago de la módica cuota aplicada al sostenimiento del cuerpo de serenos; i si continúa creeré de mi deber dar a las Cámaras una noticia circunstanciada del estado de este ramo, a fin de que dicten las providencias lejislativas necesarias para hacer cesar tan reprensible omision. Me parece digno del civismo de las Municipalidades no solo poner todo empeño en la conservacion de los establecimientos de esta especie, sino crearlos en las poblaciones principales de la República, donde todavía no existen.

La falta de cárceles de detención i castigo es otro gran vacío que produce funestísimos efectos en no pocos departamentos de la República. En