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Página:Sesiones de los Cuerpos Lejislativos de Chile - Tomo XXIV (1835-1839).djvu/404

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CÁMARA DE DIPUTADOS

Pero, Bolivia, dice V. S. "no ha perdido su independencia; Bolivia es un Estado soberano e independiente: porque su independencia está sellada con la sangre de los primeros mártires de la revolucion; rejistrada en la historia de nuestra gloriosa lucha con la España; jurada solemnemente por ella misma, protestada por sus representantes en la invasion del Jeneral Gamarra; proclamada por su Congreso Constituyente; jurada de nuevo por la Asamblea Jeneral de 1831; confirmada por grandes hechos de armas i por sacrificios heróicos." Todo esto prueba que Bolivia ha comprado noblemente su independencia; que era digna de ella; que tiene mil motivos para emplear todo su valor i su celo en la guarda de una adquisicion tan preciosa; en una palabra, que debe ser independiente. Pero, nada de eso prueba que actualmente lo sea. "Quién ha arrebatado a Bolivia su independencia," pregunta V. S. El Jeneral Santa Cruz, responderé sin vacilar. Que la Federacion Perú-Boliviana es la obra esclusiva del Jeneral Santa Cruz, que este proyecto ha sido meditado i madurado sin el voto de los pueblos, i que las asambleas que han parecido sancionarlo, no fueron mas que un simulacro vano de reprentacion nacional; son hechos que, aun los mas ciegos partidarios de aquel Jefe, no pudieran contradecir, sino desmintiendo a su propia conciencia. Bolivia i los nuevos Estados peruanos, bajo el título de federados, son provincias de una autocracia militar.


Pero, cuando la Federacion Perú-Boliviana tuviera algo de real; cuando fuera otra cosa que un nombre con que se pretende encubrir la usurpacion del Perú i la dependencia de Bolivia, cuando no estuviera, segu todas las apariencias, condenada a la destruccion, llegado que sea el momento de dar a esta fusion de estados la unidad de sustancia i de forma a que aspiran siempre los conquistadores; el nuevo sistema establecido por el Jeneral Santa Cruz no dejaría por eso de poner en manifiesto peligro la seguridad de las Repúblicas vecinas. Aunque en esa suposicion Bolivia i el Perú conservasen bajo ciertos respectos su soberanía, bajo el aspecto que mas importa a las naciones estranjeras formarían un solo cuerpo político, que, movido por una accion central, podría fácilmente dirijir las fuerzas reunidas de todos los miembros contra cualquiera de los otros Estados Sud-Americanos. Cuando por la base 2.ª de las que tuve la honra de presentar a V. S. se pide la independencia de Bolivia, como una condicion de la paz, se quiso dar a entender la independencia en su sentido mas absoluto; porque todo sistema en que la poblacion, las riquezas, los recursos del Perú i de Bolivia estén a disposicion de un solo Gobierno i de un Gobierno que nos ha dado pruebas irreparables de malevolencia, es incompatible con la seguridad de esta República. En el mismo sentido, se exije que el Gobierno peruano renuncie a todo designio sobre la independencia del Ecuador. Es evidente que, para exijir lo uno i lo otro, en el sentido de su propia conservacion, no necesita Chile poderes de nadie.


Tal es el sentido de la 2.ª de las bases propuestas i tales las razones que, en el concepto del Gobierno chileno, la justifican. El Presidente ha visto con el mayor dolor que V. S. la haya juzgado inadmisible, porque la mira como la mas esencial entre las condiciones que ha creido necesarias para el establecimiento de una paz, que merezca este nombre. Quedan, por consiguiente, terminadas las negociaciones i S. E. me hadado órden para acompañar a V. S. su pasaporte.


Siento que no me sea posible cumplir el deseo de V. S., manifestado en su nota del 7, proporcionándole un buque de guerra para su trasporte al Callao i le ruego se sirva admitir las seguridades de la alta i distinguida consideracion i aprecio, con que tengo la honra de ser, de V. S. atento i seguro servidor. —Santiago, Diciembre 15 de 1836. —Diego Portales. —Señor Ministro Plenipotenciario del Gobierno del Perú.


Está conforme. —A. Bello.



Núm. 390

COPIA


Número 6


Señor:


Las objeciones que opuse a la segunda de las bases que me propuso V. S. i que por equívoco llamé tercera, tuvieron por principal objeto el aclarar este negocio hasta ponerlo bajo un punto de vista que no admitiere ninguna clase de interpretacion, ni que sobre un falso supuesto procediéramos a tratar, para inmediatamente romper las negociaciones, acusándonos quizas de mala fé. Sabía mui bien la respuesta que V. S. debía darme i con ella había pensado dar cuenta a mi Gobierno, marchando yo mismo a recibir nuevas instrucciones, regresar, si era admisible la proposicion o responder desde allí definitivamente. Ha creido V. S. mas conveniente terminar, mandándome el pasaporte, cuyo recibo tengo la honra de acusar.


Me dice V. S., en su última comunicacion, que yo he creido inadmisible la segunda de las bases propuestas. Hai en esto un equívoco, señor Ministro, porque el oponer objeciones para aclarar una cuestion, buscando su verdadero sentido, no es negarse a admitir la base, mucho mas cuando, sin autorizacion de mi Gobierno para tal asunto, debía examinarle, procurando su evidencia para instruirle sobre la demanda clara del Gobierno de Chile, no hallándome facultado para admitirla ni desecharla.


En el primer buque que de Valparaiso se haga a la vela para el Callao o para los intermedios, saldré sin falta, despues del 25 de este mes. Si mi residencia en Santiago hasta entónces ofrece