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Página:Sesiones de los Cuerpos Lejislativos de Chile - Tomo XXIV (1835-1839).djvu/405

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SESION DE 23 DE DICIEMBRE DE 1836

bondad de anunciármelo, para marcharme sin dilacion al puerto i esperar allí la primera oportunidad favorable de salir.


Ya sea al lado del Jefe de la Confederacion peruana, ya sea en mi pais o en cualquiera otra parte, yo haré siempre valer mi débil influencia para economizar los horrores de la guerra con un pueblo americano i de mi singular estimacion.


Al escribir a V. S., por la última vez, ruégole quiera aceptar las espresiones sinceras de mi gratitud por la noble acojida que he merecido al pueblo chileno, por las consideraciones que me ha dispensado su Gobierno i por las muestras de benevolencia con que los individuos que lo componen han querido honrarme.


Dígnese V. S. tambien admitir mi particular aprecio i la consideracion con que soi de V. S. seguro servidor. —Santiago, Diciembre 16 de 1836. —Casimiro Olañeta. —Excmo. señor Ministro de Relaciones Esteriores, señor don Diego Portales.


Está conforme. —A. Bello.




Núm. 391

Señor Ministro:


Acabo de desembarcar de la fragata Colo-Colo, en la que zarpé de la bahía del Callao el 11 de Noviembre, a las 7 de la noche, i aunque voi a ponerme en camino para Santiago, creo necesario anticiparme a informar a V. S. que el 30 de Setiembre último, a las ocho de la noche, fondeó la Escuadra chilena en la bahía del Callao, i que, habiendo el dia siguiente tratado de aproximarse al surjidero, le fué negada la entrada, lo que orijinó las contestaciones entre el Vice-Almirante i el Gobernador de la plaza, de que acompaño a V. S. copia.


El 4 de Noviembre salieron la fragata Monteagudo el bergantin Orbegoso con destino a Guayaquil, para impedir que los buques de guerra peruanos, que se decía existir alli, se reuniesen con los que pudiese haber en otros puntos del Perú. El lúnes 7 del mismo, me hizo saber el Vice-Almirante que era de absoluta e indispensable necesidad que la corbeta Valparaiso i bergantin Aquíles siguiesen el mismo destino en el acto, sin que hubiese la menor demora, i quedé yo en la Colo-Colo en la bahía del Callao, continuando las contestaciones que se habían suscitado con el Gobierno del Perú sobre mi desembarco.


El resultado de estas contestaciones (de que remito copia, incluyendo orijinales las del Ministro de Relaciones Esteriores de aquel Gobierno) ha sido regresarme yo para Chile despues de intimar al Gobierno del Perú que debía mirar como declarada la guerra.


No recuerdo acto alguno de mi vida a que haya procedido con mas violencia; pero así lo exijían, sin dejarme otro arbitrio, el interes de la Patria i la conservacion de su Escuadra; las instrucciones que V. S. se sirvió comunicarme i, sobre todo, el no haber tenido eleccion, porque absolutamente no había otro partido que tomar, principalmente en las críticas circunstancias en que me hallaba el dia 11, fecha de mi último oficio al Ministro de Relaciones Esteriores del Perú.


Acompaño a V. S. copia de los avisos que dí al Almirante i de los que posteriormente, en alta mar, he dado al intendente de Concepcion i al gobernador militar de Valparaiso. Tambien acompaño a V. S. todos los papeles públicos de Lima que pude haber a mis manos en el estado de incomunicacion en que me hallaba.


Solo verbalmente puedo instruir a V. S. de los hechos, circunstancias i pormenores que han dado mérito a cada uno de mis pasos i a los del Almirante, sin cuyo conocimiento acaso no podrá V. S. formar un juicio exato de las razones que nos han movido.


Por la goleta hamburguesa Elisa recibí, en la altura de 33 grados, la última contestacion del Ministro de Relaciones Esteriores del Perú que, como lo acredita la nota puesta al reverso de su sobre, se dirijió al Callao despues de haber salido yo de aquella bahía, de donde me era indispensable salir ya por el deseo de conservar al Estado la goleta Colo-Colo, que, tenía avisos, trataba de sorprender el Gobierno peruano. Dirijo tambien a manos de V. S. la contestacion del Ministro de Relaciones Esteriores del Perú al oficio que V. S. le dirijió avisándole mi nombramiento. Creí indispensable abrirlo para instruirme de su contenido i que él me sirviese de direccion.


Dios guarde a V. S. —Valparaiso, Diciembre 7 de 1836. —Mariano de Egaña. —Al señor Ministro de Estado en el Departamento de Relaciones Esteriores de Chile.




Núm. 392

COPIA DE LAS COMUNICACIONES DEL SEÑOR ALMIRANTE CON EL GOBERNADOR DEL CALLAO

Número 1.


El ayudante, con quien tuve el honor de remitir a V. S. un pliego del Gobierno de Chile para el Ministerio de Relaciones Esteriores del Perú i hacerle la prevencion de cortesía, que esperaba la brisa para dirijirme al fondeadero i arreglar la etiqueta del saludo que iba a hacer a la plaza, me ha instruido de que V. S. tuvo a bien contestarle que no permitía la entrada de la Escuadra de mi mando en el puerto, ni desembarcar persona alguna que viniese en ella, a excepcion del señor Ministro Plenipotenciario de algun reparo o inconvenientes V. S. tendrá la