Página:Sesiones de los Cuerpos Lejislativos de Chile - Tomo XXIV (1835-1839).djvu/458

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido validada
454
CÁMARA DE DIPUTADOS

Es copia de su orijinal que se halla desde fs. 162 vta. a fs. 164 del libro respectivo. —Valdivia, Abril once de mil ochocientos treinta i siete. —Isaac Thompson. —J. de D. Barril, secretario de Cabildo.




Núm. 449[1]

CALIFICACIONES


El patriótico empeño que han tomado los ciudadanos para concurrir a las mesas calificadoras, a inscribirse en el rejistro de electores, prueba que ya los hombres que miraban este acto constitucional con abandono, se han convencido de que todos los males de un Estado nacen i crecen al amparo de la criminal indiferencia de sus habitantes que, negándose a contribuir a su propia felicidad, dejan el campo libre a los perversos ambiciosos para que, los despoticen legalmente; porque es innegable que cuando no se ponen en ejercicio las funciones que, determinan el modo i forma de elejir las autoridades de una nacion constituida bajo el réjimen republicano, los ciudadanos que no hacen uso de las prerrogativas que les son concedidas por el pacto establecido, de hecho renuncian sus mas preciosos privilejios i con una imperdonable neglijencia sancionan su misma desgracia. En diferentes épocas hemos tocado los chilenos este triste desengaño, i mui evidencialmente en estos últimos tiempos en que, por omision o miedo, se dejó a los enemigos de las libertades el derecho de elejir sin oposicion. ¿I cuáles han sido los resultados? Doloroso es el decirlo, pero indispensable.


Los representantes del pueblo no han hecho mas que ceder todas sus facultades a un hombre solo para que lejislase a su arbitrio, sin reservarse siquiera la licencia de examinar las leyes que se dictaron para ver si convenían o nó. Afortunadamente, ha terminado la guerra declarada al tirano de Bolivia i del Perú, i con ella las facultades estraordinarias que se concedieron a nuestro Presidente; si ésta hubiera continuado por mas tiempo (la guerra), a su nombre se habrían dictado otras leyes igual a la que quedó iniciada sobre el uso de la libertad de imprenta; o tan santas i humanas como la que se espidió para establecer los consejos de guerra permanentes, que es una lástima se haya derogado, pues con ella se conseguía el aumento de la poblacion; así como con la otra, la difusion de las luces, si se hubiera sancionado. Pero, dejemos aquí pendiente la historia de la Dictadura, que no faltará ocasion en que la continuemos con mas prolijidad, i contraigámonos por ahora de otro objeto mas importante.


Las elecciones de las Cámaras Lejislativas se aproximan, i es preciso que los electores mediten con anticipacion sobre la idoneidad i virtudes de los qué van a elejir. En el acierto de las personas sobre que recaiga el voto público, pende la dicha o desgracia del Estado (se ha dicho en años atras, en un periódico publicado en esta capital); mas, como ese voto suele estraviarlo el espíritu de partido, solo advertimos ahora, por principio jeneral, que la moralidad del hombre consiste en procurarse su felicidad siguiendo el bien i huyendo del mal.


En un miembro del Cuerpo Lejislativo se debe buscar el amor al bien público, a la Patria, a la humanidad, al orden i a la justicia: un juicio sano, un corazon recto, íntegro, consagrado a sus deberes i sobre todo una gran moderacion. El espíritu cultivado, la imajinacion activa, los talentos oratorios, la mas brillante elocuencia, no son útiles sino cuando están reunidos a las anteriores cualidades; rara vez existen sin ellas, i si por desgracia se hadan separadas, entonces son mas peligrosas i perjudiciales que útiles. A los ojos del hombre honrado, el talento no vale nada si no se usa bien de él. Se ha dicho con verdad que la sociedad i el Gobierno tienen necesidad de antorchas que los iluminen; pero no de teas que los incendien i destruyan. Salomon decía: "que la ciencia sin virtudes ciega en vez de ilustrar". Tucídides piensa que los espíritus sútiles son mas peligrosos que útiles al manejo de los negocios públicos; pues no teniendo solidez son ménos aparentes que los espíritus mediocres. Vauvenargues dijo con mucha verdad "que los grandes pensamientos vienen del corazon." El defecto de probidad, dice otro escritor, hace comunmente mas daño que el defecto de capacidad en aquellos que están a la cabeza de los negocios públicos; i en todos los Estados el punto importante consiste en aplicarse a formar ciudadanos de buenas costumbres i que tengan respeto a las leyes, en proscribir de la sociedad todo lo que pueda corromperla, i sobre todo no elevar a los cargos públicos sino a los hombres de bien.


En la mayor parte de las antiguas repúblicas de la Grecia, era menester haber llenado honradamente los empleos inferiores para poder ser elejido en los primeros destinos del Estado.


Un publicista ha dicho con este motivo: Solon, para llenar dos objetos, había estatuido que ninguno pudiera ser elejido Areopajita sin que hubiese ocupado los puestos mas importantes i delicados sin sufrir acusacion alguna. Entonces se puede contar no solo sobre la capacidad, sino sobre la probidad i desinteres como cualidades mui esenciales. Cuando en ocasiones dudosas no se ha vacilado, está conocido el carácter del hombre. En Roma se exijía que el Senador hubiese ejercido ántes algun otro encargo público. La erilidad, la cuestura eran grados por los cuales se debía pasar para ir al Senado. De este

  1. Articulo de El Dia i El Golpe, número 27, de 24 de Diciembre de 1839. —(Nota del Recopilador.)