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Página:Sesiones de los Cuerpos Lejislativos de Chile - Tomo XXI (1831-1833).djvu/494

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CÁMARA DE SENADORES

situarse a Chile bajo el amparo de la presente lei, no serán el objeto de las venganzas del Gobierno chileno contra las tentativas insidiosas del Monarca español. Es una seguridad que se da a los que nos hagan la justicia de creer que la medida propuesta es tan franca como aparece i tan sincera como está escrita. ¿Habría sido decente, a juicio de la mayoría de las Comisiones, que el proyecto del Gobierno después de permitir a los españoles entrar libremente al país, se hubiese reservado el derecho de echarse sobre sus propiedades en el caso de que se cometiesen hostilidades por las armas de aquel Monarca? No es posible porque este acto sería un convite a hombres confiados para robarlos después.

Si se hubiese suprimido el artículo, no se habría suscitado la presente cuestion, porque sin él todo el proyecto es quimérico i su falta habría sofocado la voz de los que lo defienden i los gritos de los que lo atacan. Aparentándose contra los españoles una persecucion tan cruel como la que se hizo contra los habitantes de Canaan, ¿habrá algun necio que se presente entre los chilenos con sus propiedades, en virtud de una lei que tenga la reserva de un derecho de represalia tal como el que se propone?

Cortamos esta refutacion diciendo que difícilmente puede encontrarse providencia tan digna como la presente, atacada con mas injusticia, pués de las mismas cualidades que la hacen recomendable se deducen argumentos para presentarla en un aspecto odioso. Se falta a la verdad de la historia i a la certidumbre de los hechos, sin duda, para conmover la enorme masa del vulgo, i permítasenos pensar que aun se calumnia cuando se dice." Cosa singular, la América, medio "mundo no ha encontrado una sola vez la mas lijera simpatía en algun individuo de cuantos han compuesto las diversas autoridades i Gobiernos españoles que se han sucedido" porque en el párrato siguiente del informe, aunque adulterándose, se hace indicacion del paso que dieron las Cortes españolas el año de 1823 para una reconciliacion con la América. Sabiéndose este hecho i otros de las Cortes anteriores que se componían de individuos de aquella Nacion ¿cómo puede decirse, sin calumniar, que el nuevo mundo no ha encontrado una sola vez la mas lijera simpatía en cuantos han compuesto las diversas autoridades i Gobiernos que se han sucedido? Las Cortes españolas se componían de hombres i cuando obraron libres de la subyugacion del Rei los miembros influentes i los mas ilustrados se manifestaron por la Independencia americana, ciñiéndola cada cual a las condiciones que les dictaba su modo de ver. Pero no vaya a creerse que intentamos hacer la apolojía de los españoles i se nos responda con algun epíteto injurioso, para el cual, sin embargo, no hemos dejado de dar motivo entre jente apasionada a palabras sonoras, que se asila de pequeñeces i no las distingue de las cosas grandes. El proyecto del Presidente de la República debe considerarse únicamente con relacion a Chile, estimando las ventajas i perjuicios que pueda producir; i bajo de este aspecto acabaremos de presentarlo a la consideracion de los miembros del Senado.

Acabaremos porque tememos hacernos interminables en la empresa de contradecir refutaciones. Es mui fácil demostrar que tres í dos son cinco; pero infeliz del que se empeñe en convencer al que se le antoje decir que son siete u ocho, porque no debió ponerse el nombre de cinco sino éstos u otros a la suma o reunion de cinco unidades. Para oponerse al proyecto iniciado por el Presidente de la República, se exijen ventajas que no se quieren concebir i se proponen objeciones que no se han podido probar. Se presenta como inconveniente la introduccion de capitales españoles en el territorio de Chile; se hace valer como inútil el comercio con aquella Nacion, porque Chile no necesita de sus efectos i al mismo tiempo se asienta que puede surtirse de ellos fácil i cómodamente. Se niega a España poblacion, industria, capitales e ilustracion, i sin estos elementos, se nos dice, que la comunicacion con los españoles no solamente es perjudicial a Chile sino tambien a las demás Repúblicas americanas. Se supone a éstas alarmadas con nuestra lei; se nos quiere hacer dependientes de su voluntad; se da a los españoles una grande influencia para destruir el patriotismo chileno; se dice con gran boato que ninguna Nacion envejecida en la política ha adoptado jamás una medida semejante; se nos quiere negar la facultad de anticiparnos a un paso noble sujetándonos a la servil condicion de los imitadores, i se traza el cuadro sangriento de una guerra que ya ha terminado; todo con el fin de sofocar en los chilenos las inspiraciones de la filosofía. El inmortal Camilo Henríquez, si pudiera levantar la cabeza de la tumba en que descansa, diría a los opositores al proyecto: "En vano escribí: felices los pueblos mandados por filósofos o donde los Reyes lo son. La discusion que os ajita actualmente pertenece al tiempo de las conquistas i en la época presente, que esta autora de la civilizacion ha consolidado su imperio, lucháis por sustraeros a su influencia". Si se recorre la historia, sin salir de la de España, se verá que no es Chile la primera Nacion de la tierra que franquea la entrada a sus enemigos. Los portugueses i los flamencos trataron amistosamente con los españoles, en el largo intervalo de años que corrió desde que se terminó la guerra hasta que se reconoció su Independencia. Anquetil dice: "Que en tiempo del Rei don Enrique II la ferocidad militar se dulcificaba, tanto por la galantería como por la relijion, que hacían la base de la caballería i que, fuera de combate, los caballeros mahometanos i cristianos se consideraban como amigos i gozaban recíprocamente en sus castillos de los derechos i dulzuras de la hospitalidad". El jeneral Torri