Página:Sesiones de los Cuerpos Lejislativos de Chile - Tomo XXI (1831-1833).djvu/586

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido validada
582
COMISION CONSERVADORA

le ordenó que se replegase sobre Maipú, para poder obrar mas segura i decisivamente con los recursos de la capital. Yo mismo le puse la nota i su contestacion fué de que, con su cabeza, respondía (pie el enemigo no pasaría el Cachapoal; i cuando ya éste lo había pasado, O'Higgins estaba todavía mui a pierna suelta en la cama. Aunque él no daba la menor noticia ni razon de los movimientos, estado i situacion del Ejército real, el Gobierno estaba mui al cabo de todo, por conducto del jefe del departamento de Melipilla, que era encargado de mandar espías i dar los oportunos avisos de sus comunicaciones. O'Higgins aun tiene su cabeza sobre los hombros para estar atentando contra la tranquilidad de Chile, sin embargo de no haber obedecido al Gobierno. A nadie obedece.

"Triunfo en Chacabuco".

Al Jeneral Soler le he oído decir en Buenos Aires, delante de su señora i del coronel Vedia, que talvéz hubiese entrado a Santiago de Chile sin que se hubiera disparado un tiro, si O'Higgins hubiese hecho el movimiento que le ordenó; i del que se eximió, bajo no se qué frivolo pre testo; que su conducta le obligó a escribir a San Martin, diciéndole que no le quería ni de cabo escuadra en su division; i que San Martin le había contestado: Conozco mui bien a ese fantasmon, pero es preciso tolerarle porque es el que nos debe servir para ir a mandar a Chile. —Allí tengo, me dijo el Jeneral Soler, (mostrándome su papelera) la esquela de San Martin.

Si él hizo algo en Chacabuco sería acometer cuando ya iba a disparar el enemigo. El i su mentor solo tocan la solfa en la espalda. La accion de Chacabuco no ha sido una gran cosa. Su buen éxito pendió mas bien de la mucha astucia i actividad anteriores, por una parte, i del mucho alucinamiento i desidia por la otra; todo debido a la infatigable asiduidad de Manuel Rodríguez i demás chilenos. San Martin mismo me dijo en Mendoza, cuando estaba poniendo en movimiento el Ejército de los Andes —ni mi almohada sabe (fueron sus espresiones) por donde voi, pero sea cual fuere el punto que elija, el enemigo no me puede presentar mas de dos mil quinientos hombres i lo venzo irremediablemente. Así sucedió.

"Aferró al enemigo en las fronteras de Talcahuano."

¡Grande aterrador que, por haber sido derrotado completamente, salió de escape i no paró hasta la capital, dejando las provincias de Concepcion, Maule i Colchagua a disposicion del enemigo!

"I su sangre vertida en Cancha Rayada parecía haber redoblado su ardor."

Ya he dicho en mi Alcance, i ahora me ratifico que nuestro Eiército fué derrotado por la intemperancia de O'Higgins i San Martin, que proporcionó al enemigo el buen éxito de su resuelta encamisada, a favor de la poca luz de la noche, sin embargo de que había luna, pués segun recuerdo ese dia era Juéves Santo.

Si hubo sangre vertida, pudo ser por algun accidente de su mal estado mas que por otra causa. Yo tengo presente haber leido en los papeles públicos de aquel tiempo, que tenía una mano lastimada i que por eso firmaba de estampilla sus constantinopolitanas órdenes. Eso me hizo creer que no había tal lastimadura, sino que se tomaba por pretesto para la estampilla. Este mentecato es tan necio que ya se creía eterno con el ausilio de San Martin, i que había de poderse titular Rei o Emperador. Por eso principiaba ya a hacer uso de los signos que acostumbran los Monarcas. El tenía tal concepto formado del país, que nada le importaba añadir a las desgracias que le orijinaba los mas groseros insultos. El decía: he inspirado el terror a los chilenos, i siempre me obedecerán. En esto seguía la máxima detestable del tirano de Roma odiant dum timeant. Esa es la única base de su moral. Su ardor lo rodobló con no parecer hasta que la capital tuvo todo preparado para resistir al enemigo.

"Para ser vengada en Maipú."

No por él, que no se presentó en el campo del honor hasta después de alcanzada la victoria, i solo a tener el regocijo de presenciar desde el coche, el horrible i espantoso espectáculo de una multitud de cadáveres tendidos en tierra. Es el que mas agrada a sus ojos i a su tierno corazon.

"Tantos triunfos, tantas acciones brillantes han llevado su nombre con honor a paises lejanos."

A costa de espléndidos banquetes í de otros obsequios a los estranjeros con las rentas del Estado, para que en los papeles públicos de Europa cubriesen sus maldades con elojios, que por ningun título merece. En todo lo grandioso de Chile no ha tenido la menor parte, i en todos sus males ha sido el oríjen i primera causa. ¡QUÉ INFELICES CIEGOS SOMOS! CIELO DESCUBRE A LOS IMPOSTORES I FORZA SUS BÁRBAROS CORAZONES A ABRIRSE A LAS MIRADAS DE LOS HOMBRES.

"I por mas que la prensa lo agravie, vendrá cual Arístides en su ausilio."

Qué diría Arístides, si viviese, al verse comparado con el Excmo. Señor Capitan Jeneral.

"El anónimo que se atreve a insultarle desde el sagrado de la imprenta, hasta el estremo de no hallar accion buena en toda su vida pública, es seguramente algun enemigo oculto del mérito militar."

No hai tal enemigo oculto del mérito militar. El doctor mui bien lo conoce; pero, como es la táctica constante de los O'Higginistas, hacer causa común con todos cuando se les manifiestan sus maldades, el señor Rodríguez quiere picar el espíritu de cuerpo. Mas, se engaña en su intento.

Todos los buenos militares conocen que esas son armas prohibidas, i que ellos no pueden confundirse con los malvados. El que la hace que la pague, sea la profesion que fuere. O'Hig