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Página:Sesiones de los Cuerpos Lejislativos de Chile - Tomo XXVII (1840-1841).djvu/320

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SESION DE 23 DE JULIO DE 1841

a los que hayan de perfeccionar las formas de ese edificio i hermosearlo. En ello i la conciencia de vuestras acciones, esperanzas i deseos por este pais que habéis tejido con favor especial de la Divina Providencia, debeis reposar tranquilo, cuando de los afanes de la vida pública entreis en los goces de la privada; allí os acompañarán los votos que esta Cámara hace por vuestra felicidad, al mismo tiempo que los forma mui ardientes por la de nuestra Patria en la administracion que os suceda"

A segunda hora, la señora Errázuriz presentó varios documentos relativos a la solicitud de cuyo informe se dió cuenta a primera hora, i se volvió a remitir a la misma Comision. Por último, se tomó en consideracion el acuerdo del Senado asignando a doña Isabel Antúnez una pension pía, i fué aprobado por mayoria en los términos que siguen:

"artículo único. Se asigna a doña Isabel Antúnez sobre el Tesoro Nacional la pension de veinte pesos mensuales de que disfrutará miéntras viva, i muerta se reducirá la asignacion a solo la mitad de que gozará su hija única, permaneciendo sin estado."

Con lo que se levantó la sesion. Eyzaguirre.— José Miguel Arístegui, diputado-secretario.


ANEXOS

Núm. 347

Como mi ánimo ha sido siempre el dar cuenta personalmente a la Lejislatura, del estado de nuestra situacion económica, i manifestar el incremento que han recibido las rentas nacionales, me es sensible decir ahora que mi determinacion es frustrada, a causa de mi debilitada salud. Por esta circunstancia, i no siendo posible retardar por mas tiempo la obligacion que me impone la lei, remito a V. S. cincuenta ejemplares de la Memoria del Ministerio de mi cargo.

Sírvase V. S. hacer presente al Presidente de la Sala los justos motivos que me han privado de tener el honor de presentarla personalmente. Dios guarde a V. S.— Santiago, Julio 21 de 1841.— Rafael Correa de Saa.— Al Secretario de la Cámara de Diputados.


Núm. 348


Memoria presentada al Congreso Nacional en 1841 por el Ministro de Estado en el Departamento de Hacienda.

Al trazar por la primera vez el cuadro de nuestras rentas públicas en su estado presente, no creo necesario dirijir la atencion del Congreso Nacional a los diversos acontecimientos que en épocas anteriores han consternado a la República. Bástenos la idea consoladora de que la sangre de sus hijos, abriéndose camino a la Independencia, los colocó en el rango de hombres libres, miéntras ella tomó el lugar que le correspondía entre las naciones del mundo.

Las sociedades nacientes, careciendo de las lecciones del tiempo, no pudieron tener nociones exactas sobre los mejores medios de fecundar el precioso retoño de su libertad; pero, instruidos por la esperiencia i por el recuerdo triste de sus pasados infortunios, mejoraron progresivamente sus formas, tomaron un nuevo carácter i pudieron al fin marchar con pasos seguros en el sendero que conduce a la perfeccion. Estos breves rasgos presentan en compendio la historia de nuestra República.

Estrechado por el tiempo que apénas me ha permitido echar una ojeada sobre los varios objetos en que se ocupa actualmente el Ministerio de Hacienda, que el Presidente se ha servido confiarme, no me será posible esponerlos al Congreso con toda la estension que yo quería, i tendré que limitarme a un lijero bosquejo de los trabajos de este Departamento, abrazando rápidamente los años corridos desde 1829 hasta 1841.

Los conocimientos adquiridos por una larga práctica en el manejo de sus oficinas, me animará para someter a la consideracion de las Cámaras algunos otros, que puestos en ejecucion darán, como lo espero, resultados felices i aumentarán el crédito i responsabilidad nacional.

Tres son las causas que, en mi opinion, han hecho prosperar la hacienda pública. La primera fué la terminacion de la guerra de la Independencia, que abrió una nueva era i dejó bastante campo para llamar las cosas al órden. Encuentro la segunda en la série de bien intencionadas disposiciones que se han tomado para mejorar la administracion. La tercera, i a mi vez la mas importante, es la tranquilidad pública de que ha gozado el pais en los diez años últimos. Difundiéndose por todas partes un sentimiento de seguridad, se han alentado i multiplicado las especulaciones mercantiles i es sabido que de nada servirían las mas sábias leyes, sin esa preciosa garantía.

Con solo detenernos un momento sobre el progreso de las internaciones marítimas de mercaderías procedentes del estranjero, desde el año 1829 hasta el presente, nos convenceremos del poderoso influjo de esta tercera causa.

En 1829 solo se presentaron doscientos veinte manifiestos con procedencia estranjera, i en 1840 subió su número hasta mas de cuatrocientos veinte, excediendo este año al de 1839 en mas de cien manifiestos, observacion que demuestra un progreso rápido en todas las rentas, comprobado por los estados adjuntos a las Memorias de este Ministerio, que se han pasado anualmente al Congreso.