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CÁMARA DE SENADORES

dirse como era necesario en una terrible crisis, i a ellas, sin duda, se debe en gran parte la salvacion de la patria. Nadie podrá negar con justicia que el uso del poder que confiaron al Majistrado Supremo, está marcado con los signos de moderacion i lenidad que distinguen todos sus procedimientos administrativos; i si no siempre ha estado en su mano detener la cuchilla de la lei, con no poca frecuencia ha puesto en ejercicio la mas benigna de sus atribuciones para economizar la sangre chilena. Calmemos la impresion dolorosa que pasadas desgracias han dejado en nuestros corazones, con la idea consoladora de que nada hace temer que tan preciosa sangre vuelva a derramarse por crímenes políticos; al contrario, si hai algunos a quienes personalmente convenga alterar la tranquilidad de que gozamos, los contendrá en su deber el ejemplo del aislamiento en que se hallaron los que ántes quisieron perturbarla, i serán al fin arrastrados por el torrente de la voluntad jeneral bien penetrada ya de lo que importan al bienestar de los individuos i de las sociedades la quietud pública, la estabilidad de las instituciones políticas i el respeto a las leyes i a las autoridades que ellas han establecido.

Gobierno. —Mas de seis años van corridos desde que se puso en ejercicio la actual Constitucion del Estado, i bajo su influencia, ni se ha observado choque alguno entre las atribuciones de los poderes que establece, ni la accion del Ejecutivo ha encontrado embarazos para desarrollarse en su esfera, ni los ha tenido el ciudadano para gozar de sus lejítimos derechos, ni se ha relajado la veneracion que merece el Código fundamental, de la que el Gobierno ha dado el debido ejemplo, aun en la época en que se suspendió el imperio de aquél, respetando escrupulosamente sus disposiciones siempre que las circunstancias en que se hallaba el pais se lo permitieron. Sin pretender que ese Código carezca del todo de defectos, lo que no podría verificarse sin un prodijio, se puede sí asegurar que ninguno encierra bastante poder para detener los progresos que hace en la República cuanto puede ensanchar su felicidad, ni para defraudar a los pueblos de las esperanzas que los animaron al adoptarlo. Todo aboga, pues, con enerjía a favor de él; mas, para que los saludables principios jenerales que establece se desenvuelvan en toda su estension, son indispensables varias leyes orgánicas, sin las cuales, será incierta la marcha de las autoridades, se postergará el goce de grandes bienes i estarán espuestas las garantías de los ciudadanos; del mismo modo que no se puede sacar de una máquina el provecho de que es susceptible aunque esté espedito su resorte principal, si faltan o se hallan entorpecidos los demás.

Ya en lo relativo al ramo a que estoi aludiendo, dictó el Gobierno una de tales disposiciones, indicada en el artículo 84 del mismo Código, fijando en 1.° de Febrero de 1837 el número de senadores las secretarías del Estado, i detallando prolijamente los negocios que correspondía se despachase por cada una de ellas, lo que era de primera necesidad para que el público pudiese ser servido con regularidad i prontitud.

Otra, que las necesidades jenerales reclaman con urjencia, de mas importancia que aquélla todavía, i mucho mas difícil también, porque ni siquiera se encuentran en nuestra lejislacion los elementos indispensables para formarla, es la que debe reglar el réjimeti interior de la República. Careciendo los intendentes i los empleados que están bajo su dependencia de reglas precisas que les detallen sus atribuciones, es mui posible que se deslicen en el ejercicio de ellas, que invadan quizá las garantías mas sagradas i que incurran en perjudiciales omisiones, sin que, por otra parte, sea fácil hacer efectiva su responsabilidad. Lo mismo milita con respecto a los cuerpos municipales, que sin tener mas norma a que ajustar sus procedimientos, fuera de las determinaciones fundamentales de la Constitucion, que algunas leyes complicadas de un Código que la jeneralidad de sus miembros no se halla en el caso de conocer, se encuentran embarazados para obrar por el temor de estraviarse, i casi diariamente ocurren al Ejecutivo consultando o pidiendo la aprobacion hasta de actos mui secundarios. No es ménos importante la disposicion de que trato, considerada en cuanto debe abrazar la policía en todos sus ramos, que si bien está medianamente establecida en el pais, es susceptible de notables mejoras. Persuadido de todo esto el Gobierno, i déla dificultad de llevar a cabo una vez un trabajo tan vasto, acordó dividirlo en secciones, la primera de las cuales ha fijado su atención de antemano, i mui en breve será presentada para su exámen al Congreso, como las restantes lo serán también poco después.

Estadística. —Ya he indicado el poderoso inconveniente que ha impedido en el año actual, obtener las noticias que debían servir de fundamento a este i otros artículos de la presente esposicion; i falto de ellas, poco puedo decir sobre una materia que consiste esencialmente en hechos, de lo que es preciso valerse para graduar ciertos jéneros de progresos de las sociedades, i atinar con los obstáculos que los enerven. En 1835 se formó un censo que, sin embargo de ser incompleto, pudiera ahora suministrarme algunas ideas para esponer el estado de la poblacion, si tuviera a la vbta las tablas representativas del movimiento de ella. Tomando aquél por base i observando la relacion que posteriormente hubiese habido entre los nacidos i los muertos, se inferiría con facilidad si iba en aumento o se disminuía el número de habitantes que encierran nuestras provincias. Pero, ni este sencillo cálculo me es dado hacer, porque también carezco de esas tablas que en todas épocas ha sido dificultosísimo que se formen con tal o cual exactitud, a causa de que no la hai, ni es fácil que la haya en