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SESION EN 28 DE AGOSTO DE 1843

yo conducto se entabló la solicitud, ha contribuido del modo mas eficaz, al logio de ella, i tengo la satisfaccion de anunciar que en el dia navegan en dichos buques cinco jóvenes de cuya comportacion i aptitudes tiene el Gobierno los mas favorables informes. Algunos de ellos se han portado con honor en la reciente guerra con la China; otros han merecido aplausos por el acierto con que han desempeñado comisiones de importancia i es de esperarse que al cabo de pocos años, puedan prestar mejores servicios a la patria, que tan anhelosamente les ha abierto un porvenir. Educados en los hábitos severos de la marina Británica, vendrán a restablecer en la nuestra el vigor de la disciplina i a purgarla de los vicios que el constante abandono en que ha permanecido, ha debido precisamente enjendrar. El señor Pendleton, Encargado de Negocios de los Estados Unidos, se ha brindado tambien bondadosamente a solicitar de su Gobierno igual favor para nuestros marinos i si lo obtenemos, como es de creerse, se embarcarán asi mismo otros oficiales i guardias marinas que manifiestan disposiciones ventajosas.

En cuanto a los que quedan en Chile se les ha mandado concurrir a la escuela náutica, abierta a bordo de la fragata Chile en donde se les instruirá en la teoria de la profesion. De esta minera, gozan la renta íntegra de su grado cuya disminucion durante el tiempo que estuvieron fuera del servicio activo los obligaba a peregrinar, buscando otra ocupacion ménos ingrata.

Por motivos semejantes a los que tuvo el Gobierno para dar colocacion a los oficiales de la Escuadra, ha mandado organizar una Brigada de Infantería Veterana para la guarnicion de los buques de guerra i demas atenciones del departamento de Marina. La tropa de tierra desempeña mal este servicio a que no está acostumbrada i llega a ser, en ciertos casos, un embarazo mas bien que un auxiliar de la marinería. Se han aplicado a este cuerpo los fondos que estaban señalados por el Congreso a los cinco cuadros de infantería de marina, los cuales habian sido disueltos anteriormente cuando cesaron los motivos que obligaron al Gobierno a destinarlos al departamento de Copiapó.

Despues de adoptar estas providencias, el Gobierno ha creido conveniente suspender su accion hasta que las Cámaras se sirvan aprobar un proyecto de lei que va a someter a su consideracion, proyecto que, a su juicio, es la base de los posteriores arreglos. La Comandancia Jeneral de Marina, tal cual se halla establecida actualmente. es una autoridad ilusoria i puede decirse, sin exajeracion, que la Marina está acéfala. Aquel cargo ha corrido afecto al Gobernador de la plaza de Valparaiso, ahora al de Intendente de la provincia, como una carga accesoria que se ha echado a este funcionario a falta de otro que la soporte.

El Intendente que es por lo comun enteramente estraño a los asuntos de Marina, carece de instruccion i de antecedentes que lo habiliten para desempeñar la Comandancia i por de contado, mal puede dirijir, vijilar, ni fomentar lo que está fuera del alcance de sus conocimientos.

Las mas puras i fervientes intenciones no bastan, el desórden cunde, los vicios se hacen radicales, i faltando el centro de union a los elementos de Marina, su completa nulidad es un consiguiente indispensable.

Estas consideraciones han inducido al Gobierno a adoptar el pensamiento de cometer la direccion de la Marina a una junta compuesta del Intendente i de dos o tres de los oficiales mas idóneos del ramo.

La ventaja de confiar el Gobierno de la Marina a personas concedoras de su mecanismo, no necesita de ser demostrada, ni puede tampoco ocultarse a la penetracion del Congreso, que el arbitrio de formar la Direccion de Marina con empleados que gozan sueldos por otros destinos, es evidentemente económico, al paso que no es de temer encuentre dificultad en sus operaciones en razon al corto número de asuntos que presenta nuestra pequeña Escuadra.

De aquella Junta como de un foco de luz, deben partir las indicaciones para todas las medidas lejislativas i gubernativas que la Marina Nacional requiere.

Una vez establecida la direccion de Marina, el Gobierno se propone llamar su atencion hácia la Ordenanza.

La española que fué adoptada por decreto de los Gobiernos pátrios para el réjimen de la Escuadra de la República no guarda consonancia con las instituciones que nos rijen i ya sea porque es ménos perfecta que otros códigos de la misma especie o ya porque nuestra escuadra fué fundada desde su principio por marinos acostumbrados a las leyes británicas, ello es que no está ni ha estado nunca en completo ejercicio.

Por otra parte, destinada a la Escuadra española en la época de su mayor lustre i crecimiento, está firmada sobre una gran escala i establece empleos que son inútiles entre nosotros i un órden de procedimientos que puede simplificarse mucho.

Tras de aquella obra debian venir por el órden de su importancia los reglamentos de cuenta i razon, así para los buques de la Escuadra como para el Arsenal de Valparaiso.

Mas, es tal la urjencia con que el estado de la contabilidad reclama esos reglamentos, que piensa el Gobierno anticipar su promulgacion a la de la Ordenanza, que debia naturalmente servirles de fundamento.

Se han pedido los datos de que el Gobierno debe estar en posesion para emprender la obra i ademas las bases en que han de estribar las disposiciones que se dieren; pero como su adquisi