Ir al contenido

Página:Sesiones de los Cuerpos Lejislativos de Chile - Tomo XXXII (1843).djvu/475

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido validada
471
SESION EN 4 DE OCTUBRE DE 1843

cion del gobierno para buscar otros compradores; observó que lo pequeño de la suma que pide el gobierno, i las circunstancias de ser valiosos los terrenos en Valparaiso, contribuian a disminuir el temor que habia manifestado el señor preopinante; i concluyó diciendo que la Cámara no debia vacilar en la aprobacion de este artículo.

El señor Iñiguez hizo las siguientes reflexiones: Si como lo acaba de sentar el señor Diputado preopinante, hai disposición i voluntad para verder de parte de los propietarios de aquellos terrenos, en nada perjudica la indicacion que he hecho; peto yo noto que sólo el administrador de la aduana es quien desea vender sin saber la voluntad de los otros, i no seria justo privar, por la fuerza, de su propiedad, a unos individuos que quiza no tengan otro medio como ganar la vida; pues es sabido que en Valparaiso los fundos son un medio de produccion. Insisto pues en mi indicacion.

Inmediatamente despues, se puso en discusion particular el preyecto de lei sobre aumento de sueldo de los Intendentes i dotacion de los Gobernadores.

El señor Palazuelos tomó la palabra i entre otras cosas dijo: He visto levantarse de su asiento al señor Barra, obligado sin duda por algun principio de delicadeza, porque ha creido que está interesado en el asunto que se va a tratar; pero no lo está, señor, no lo está, juro a Dios que no lo está (Risas en la barra). Confieso, señor, que este es un pueblo mui prosaico. ¿Es posible que un individuo porque se encuentra accidentalmente interesado, se considere escluido para tomar parte en la votacion?. Hago pues indicacion porque se suplique al ménos al señor Barra que vuelva a ocupar su asiento. Ojalá que a mí me tocase estar interesado, votaría, señor, por el sueldo, o diablos que se me quisiese con ceder... (Habiéndole dicho algunos Diputados que el reglamento impedia votar al señor Barra, continuó el señor Palazuelos): El reglamento... ya se ve... como yo no estudio el reglamento... (Risas) pero ya que el reglamento así lo dice se acabó, se acabó.

Leyó el señor secretario el artículo del reglamento. El señor Palazuelos continuó. I si un señor Diputado se halla interesado en una cuestion en que el público está tambien interesado. ¿Debemos posponer el interes de la nacion? Ahora, si no hubiera sido por la llegada de otro señor Diputado, no habria habido sala, porque el señor Barra estaba interesado en la cuestion. Aunque estuviera veinte veces interesado, es necesario, ya que no se tiene bastante elevacion, bastante grandeza de ánimo, finjirla, mentirla i engañarse a uno mismo (risas). Yo en lugar del señor Barra ¿habia de haberme salido para afuera? nó señor; hubiera votado; aprecio mucho mi conciencia i no digo por cien pesos, por millones no la venderia. El reglamento! ...es necesario sujetarse a un reglamento mezquino, a un reglamento prosaico, a un reglamento maldito (risas en la barra i la Cámara) pero al ménos he usado yo de la palabra para manifestar que hai sentimientos en Chile, para que se sepa que hai una alma como la mía (risas). Estos respetos que se deben a la humanidad i por unos cuatro reales se hacen nulos (risas repetidas en toda la sala).

El señor Palma tomó la palabra para apoyar la opinion del señor Gandarillas, que en la sesion anterior se opuso a este artículo fundándose en que los intendentes de Rancagua, Talca, Maule i Aconcagua, tenían ménos trabajo, i vivían en un pais mas barato. En se guida hizo una indicacion para que se discutiese i votase por separado cada uno de los sueldos de los intendentes, apoyándose en la mayor facilidad que resultaba de este método, pues que por medio de él podian aprobarse o reprobarse fácilmente cada uno de los sueldos, ventaja que no se conseguía votando el artículo en abstracto, como estaba redactado.

El señor Irarrázaval tomó la palabra i mas o ménos dijo: que la especie de cuestion de órden promovida por el Diputado preopinante, tendia a prolorgar i hacer mas embarazosa la discusion; que esta dilacion no era conforme al reglamento ni a la práctica, ni a la conveniencia pública; que era práctica de la Cámara que, cuando se hacia alguna indicacion contra un proyecto, se vetase primero el proyecto, i si fuese desechado, se votase la indicacion: que este método podia observarse en el caso actual.

Respecto a lo excesivo que él habia considerado el sueldo de algunos de los intendentes, dijo que esas provincias a que se habia referido, se encontraban mas o ménos en el mismo caso que las demás del sur, que no eran en ellas mas baratos los medios de pasar la vida; que ya habia manifestado en otra ocasion las diversas necesidades que tiene que satisfacer un Intendente pues que no le basta vivir con decencia sino asegurar la suerte de su familia; i concluyó observando la gran animacion que va tomando la industria, i la necesidad de que los individuos particulares sean protejidos por la autoridad.

El señor Gandarillas insistió en su opinion reforzando las razones alegadas en la otra sesion.

El señor Renjifo aplicó los argumentos que hizo el señor Gandarillas en contra de ciertos intendentes, a los de las demas provincias; repitió algunas de las razones alegadas ya en el debate de este proyecto, i concluyó manifestando lo chocante que era que los jueces de letras ganasen el mismo sueldo i aun mas que los intendentes.

El señor Gandarillas dijo que no habia en las provincias a que se referia su oposicion individuos que gastasen 2,000 pesos; i que no encontraba chocante que los intendentes ganasen el mismo sueldo que los jueces de letras, quienes eran personas de conocimiento que habian necesitado algunos años de estudio para llegar a ser jueces.