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Página:Sesiones de los Cuerpos Lejislativos de Chile - Tomo XXXIV (1844).djvu/488

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CÁMARA DE DIPUTADOS

que ha hecho que de cuatro años a esta parte, no se presente ningun joven a servir en sus filas, sino uno sólo que US. impulsó a hacerlo poco ha.

Ese sistema es el que ha sembrado el desaliento en nuestros marinos, haciendo concebir la idea de que su carrera es de meras comisiones i sin porvenir, el que no les permite progresar sino mui lentamente en sus conocimientos profesionales, porque el Océano es el mejor maestro de un marino, i la armazon de un buque su mejor escuela; i en fin, el que ha obligado a V.S. a emplear el débil recurso de las banderas estranjeras para proporcionar un teatro de accion a nuestros oficiales.

Por último, la práctica de armar los buques, sólo para satisfacer una exijencia, en el esterior hace que la fuerza moral no haya tenido hasta ahora una aplicacion séria al comercio. No tengo noticia en efecto de que nuestros buques hayan evitado nunca el contrabando ni que hayan hecho acto alguno en favor de la observancia de la lei de navegacion, ni del órden ni policía de los puertos ni de ninguna de las leyes protectoras del comercio.

Su mision ha estado reducida hasta aquí a imponer respeto en el interior, lo que ha logrado felizmente, debido mas bien a ciertas circunstancias accidentales que a su verdadera fuerza.

De todo esto concluyo que el sistema de armar o desarmar la escuadra, segun lo exijan ciertas circunstancias en el esterior, es un sistema que nada siembra para el porvenir de nuestra marina; que no permite ningun jénero de organizacion en el departamento: que hace improductivos i estériles los gastos que emplea en ella la nacion; i que priva al comercio i a la navegacion nacional del apoyo poderoso que deberia prestarle la fuerza naval.

A vista de estas lecciones de la esperiencia creo que por fin ha llegado el tiempo de considerar la marina nacional como un elemento permanente de los que componen la fuerza pública, destinada a crecer i desarrollarse gradualmente a la par de todo lo que hai en el pais.

Por lo tanto, la partida del presupuesto que votan anualmente las Cámaras para el sostenimiento de tres buques armados, convendría fuese invertida rigorosamente, aun cuando no se presentase exijencia alguna del momento, sino las permanentes de la marina, resistiendo con firmeza al trabajo de una economía que no es tal en realidad, i que envuelve el abandono de intereses mui caros para la nacion.

Mas, no sólo conviene renunciar al sistema de la eventualidad respecto al armamento de la escuadra, sino tambien respecto a la clase i número de buques que deben componerla.

Es menester que haya cálculo en su adquisicion, i que no sean comprados segun se presente su venta, o segun lo requiera un objeto transitorio, como se ha hecho hasta ahora. Por esto es que los tres buques que existen actualmente son inadecuados por su número, clase i armamento a los recursos i necesidades del pais: sobra la Chile i faltan buques de otra clase; i de esto previene que el gasto que hoi hace la escuadra, aunque moderado, es excesivo en proporcion de los servicios que presta. Por lo tanto, el primer paso que deberia darse para organizar el departamento, i fomentar la marina, es calcular el número i clase de buques que pueden formar una pequeña base de escuadra correspondiente a los recursos i necesidades de la República, i adquirirlos desde luego sin esperar apremios de circunstancias.

Sólo así creo posible preparar con acierto el porvenir de la marina, i marchar bajo un sistema regular.

Con arreglo a estas ideas, soi de parecer que el material de las escuadras debería fijarse en cuatro bergantines-goletas de a 240 toneladas i en un vapor de hierro de 900, de la construcion i armamento que se determinan en los cuadros número 3 i 4 que acompaño a usted.

Me he fijado en este número i en esta clase de buques, por las razones siguientes:

Primeramente en cuanto a su número, he tenido presente que son cuatro los principales puertos de la República desde donde puede ocurrirse con prontitud a cualquier punto de sus dilatadas costas, a saber: el de Ancud, Talcahuano, Valparaiso i Serena.

Al ménos no es fácil que abrazando ménos puertos, pudiera la escuadra estar presente a toda la costa.

En cada uno de los puertos nombrados podria tener su estacion ordinaria un bergantín, añadiéndose el vapor en el de Valparaiso; i al decir estacion, no es para indicar que cada buque deba residir i permanecer inmóvil en el puerto a que se le destina, sino para señalar un centro que indique el radio de sus escursiones ordinarias. Estas deben tener por objeto vijilar las costas, levantar planos de ellas i favorecer el comercio i las comunicaciones en cuantos casos ocurran. Esta ocupacion ordinaria no se opone a que todos los años se presenten algunos de los bergantines, por turno, en los principales puertos del Pacífico, ya para ejercitar la marinería i reconocer las costas, como para protejer el comercio i los ciudadanos chilenos donde fuere necesario.

Me he fijado en bergantines-goletas de a 240 toneladas, porque de esta clase he considerado los mas a propósito para recorrer nuestras costas, siendo ademas de bastante capacidad para servir de trasportes i de armamento tal, segun aparece de su descripcion, que reunidos los cuatro buques i el vapor, forman una escuadrilla capaz de satisfacer las exijencias mas probables del pabellon, no sólo en tiempo de paz sino tambien de guerra. La idea de tener un vapor pertenece a usted, i me escuso, por lo tanto, de re