lo que hace a gastos, no hai mas que treinta i seis mil pesos anuales. El vapor no necesita mas que noventa i seis hombres, incluso un injeniero director i dos ayudantes; el vapor no necesita de reparaciones continuas i sobre todo tiene una fuerza cuatro o cinco veces mayor a la fragata Chile que tenemos ahora.
En fin, todas las ventajas están a favor de un vapor. Todas las naciones se apresuran a tener marina de vapor: la tiene Méjico, la tiene Venezuela, el Janeiro i otras; i si en esos puntos la tienen, ¿por qué no la hemos de tener nosotros, siéndonos tan útil? El señor Wheelwright, ha hecho presente i manifestado que los vapores son los mas convenientes. A los jefes de las marinas estranjeras, aun a injenieros intelijentes se han pedido informes; i despues de todos estos datos, el Gobierno ha formado este proyecto de lei.
La escuela práctica de marina, es verdad que no se haria en el vapor, pero la haríamos en los buques menores de vela. El vapor, por último, no gasta mas que treinta i seis mil pesos al año, como he dicho; sus operaciones no son difíciles, i viniendo las piezas necesarias, no habrá dificultad para mantenerlas en el mejor estado. El Gobierno cree, pues, que un buque de vapor es lo mas conveniente para Chile, i se empeña en que este proyecto tenga la mejor acojida en el Congreso.
El señor ▼Presidente. —Debo diferir a lo espuesto por el señor Ministro de Marina, porque no tengo todos los conocimientos necesarios de la materia.
El señor ▼Aldunate. —Yo no soi marino, señor, ni tampoco puedo fiar mucho en mis conocimientos, i diré tambien que si pudiéramos tener un buque de vapor i otros de vela, seria mui bueno; pero no son nuestras circunstancias para tanto. En Inglaterra no se fijan todas las fuerzas en los vapores; pero nosotros no estamos en el caso de imitarlos en esta parte, porque no hai recursos para costear buques de las dos clases.
A lo que se contrae aquí el Gobierno es a pedir lo mas necesario. Puede, es verdad, ocurrir un contraste con el vapor, pero esto podria tambien suceder con cualquier buque de vela; las máquinas del vapor tienen su duracion, es cierto, como todas las cosas de la vida, i ya hemos visto una memoria del Príncipe de Joinville en que manifiesta la necesidad de fomentar i preferir la marina a vapor.
El señor ▼Presidente. —Con la misma desconfianza que al principio, sigo hablando; pero como he creido que el principal interes de Chile es tener fuerza marítima en un pié que pueda darle la dominacion del Pacífico, dirijo las reflexiones que me ocurren a este objeto. Yo no juzgo que haya para nuestra Escuadra escasez de marineros, porque hemos visto desde años atras muchos diseminados que se van del pais por algunas circunstancias; pero nuestro interes principal es formar marineros, i creo que esto no se consigue en buques de vapor. Mas prescindiré de esta cuestion, porque hai ciertas anomalías que a uno le parece que no se pueden salvar.
La marina mercante ha sido la madre de la guerra en otros paises, i en el nuestro no. La marina de guerra entre nosotros (aunque esto parezca aventurado) es la que ha de fomentar la marina mercante, i por eso creia yo que los buques de vela traerían esa ventaja. No quiero entrar en cuestion con el señor Ministro, que habrá traído todos los datos necesarios, de que yo carezco; pero sobre la construccion de los buques menores si que insisto, porque no es un ejemplo sólo el de la fragata Chile, sino que todos los buques que se han construido en el esterior para nosotros han salido malos.
Las corbetas Horacio i Curado se construyeron en Norte América, i no duraron arriba de seis años. La España misma mandó construir a la Rusia algunos buques i entre ellos una fragata, la que fué María Isabel i ya se sabe cómo estaba este buque i cual fué su duracion: hai muchos otros ejemplos que se podrían citar. No hai necesidad de esperar ocho o diez años para poder construir buques en Chile; i teniendo todos los medios necesarios ¿por qué no comenzamos a formar esta industria en el país? ¿por qué rehusamos las ventajas que nos ofrece nuestro suelo? ¿por qué hemos de esponernos a que nos suceda lo que nos ha pasado con la Chile? I vuelvo a decir que el comisionado para entender en su construccion estaba animado de un celo en que nadie le podía exceder, pero que por desgracia no tenia todos los conocimientos necesarios. Mas como lo que he tocado no es materia del artículo, sino sólo con el ánimo de que el Gobierno lo tenga presente, el hará lo que le parezca mas conveniente al pais. Yo creo que el artículo debe aprobarse; pero si fuera posible recomendar al Gobierno que los buques menores se construyeran en el pais, seria lo mas conveniente.
El señor ▼Aldunate. —Aunque el Gobierno ha pensado hacer construir los buques en el esterior, si por los informes que tomará de nuevo resultase que es mejor trabajarlos en el pais, se hará así; porque se ha propuesto tomar en este asunto el partido que se crea mas conveniente para la República; i digo esto con el fin de que el señor Presidente no crea que el Gobierno ha formado ya una resolución decidida en el particular.
El señor ▼Presidente. —¿Ningun otro señor toma la palabra?
El señor ▼Ortúzar. —¿I que no es indicacion la que ha hecho el señor Presidente? Porque yo quisiera que se considerase esta cuestión algo mas, pues es un asunto de mucha importancia el que tratamos. Yo pido que se suspenda la votacion por ahora para que haya segunda discu-