pueblo de Santiago manifestó decididamenre su repugnancia, que ya todos los demás la habian demostrado. Todos saben que esta acta solo ha sido una salvación de las apariencias; ademas, ¿dónde está esa acta que puede restrinjir los derechos de los pueblos? Esa misma ha quedado por tierra desde el momento que los pueblos entraron en el ejercicio de su soberanía; de consiguiente, no debemos demorarnos ahora en declarar lo que somos; solo debemos considerar cuál merece la preferencia: si anular la Constitución o tratar de la Hacienda; pero a mí me parecia preferible lo primero, para que no nos veamos trabados para ejecutar i para que en la opinion pública apoye el Congreso todas sus deliberaciones. Señores, si obramos de buena fe, creo que debemos tratar del bien de la Nación, i casi está fundado en el Congreso declare nula esa Constitución, i no en perder tiempo en las miserables letras de un acta que en la realidad es nada.
El señor Presidente. —Se ha propuesto un medio entre las cuestiones que nos ocupan: remediar por el momento las exijencias del Erario autorizando al Ejecutivo para que busque los medios de llenar ese déficit. Efectivamente parece un arbitrio mui bueno, siempre que se ponga atemperado a las garantías de los ciudadanos i que no perjudique la propiedad particular. El Gobierno tendría en su favor para con los prestamistas i para con la Nación. Tampoco podrá dejenerar en despotismo, porque esta autoridad es momentánea.
Opino, pues, que, sin perjuicio de tratar con preferencia el asunto de Constitución sobre todo otro, se autorice al Gobierno para que tome todos aquellos medios que no toquen la propiedad individual, teniendo siempre a la vista el Ínteres de los pueblos.
Señores, me parece que se ha hablado demasiado sobre una cuestión de puro trámite; ¿podremos entrar ya a pedir votacion?
El señor ▼Elizalde. —Cuando la ▼Comision de Hacienda presentó su dictámen, se ha creido que se trata de presentar a discusión un plan de Hacienda. No hai tal; es una equivocación remarcable. Para la Comision le es indiferente que se opine así; pero solo ha tratado de que el Ejecutivo saliera de las urjencias que tiene de pronto, i lo que quiere es que se proporcionen algunos medios para esto.
Se pidió votacion sobre la cuestión de trámite, i ántes de proceder a ella se leyó la proposicion. No hubo votacion por la diverjencia de sufrajios. Antes de repetirla se leyeron los oficios del ▼Ministerio de Hacienda que ántes habia indicado el señor Presidente. Se fijó la proposicion así: Cuál es mas urjente, ¿la discusión sobre la ▼Constitución o sobre la Hacienda? Se acordó que el asunto de Hacienda.
El señor Presidente anunció que ya era hora de levantar la sesión, i se preguntó si se prorrogaba la sesión o habia sesión estraordinaria. Se acordó que la hubiese por mas de los dos tercios el dia siguiente; i se levantó la sesión.
ANEXOS
Núm. 147
▼Cuando el Gobierno tenia toda la plenitud de facultades i cuando se veia gravemente oprimido por las escaseces del ▼Erario público, determinó, de acuerdo con el hospital de San Juan de Dios, vender la hacienda denominada del ▼Bajo i ▼Espejo, bajo el plan ventajoso de duplicar al hospital su renta por aquel fundo, auxiliar a la tesorería i promover la prosperidad nacional, haciendo que se pusiesen en cultivo i valor unas tierras que por su localidad i feracidad estaban destinadas a ser riquísimas posesiones.
Aunque no puede ponerse en duda la facultad que el Gobierno tuvo para determinar dicha venta, aunque no se puede privar al hospital i a la República de las ventajas que ella les va a proporcionar i aunque el Congreso nada ha determinado que altere dicha providencia; con todo, es de necesidad que resuelva sobre este particular, pues, lo que hasta ahora se ha logrado es retraer la concurrencia de los subastadores con gravísimos perjuicios.
No será de mas observar que el Gobierno ha contraído empeños sobre los productos de aquella venta porque pudo hacerlo i lo pedían las circunstancias de la Hacienda.
El Gobierno saluda al ▼Congreso con toda consideración i respeto. —Santiago, 22 de Diciembre do 1824. —▼Ramón Freire. —▼D. J. Benavente. —Al Soberano Congreso.
Núm. 148
▼La grande estension de las propiedades rurales perjudica a la agricultura i prosperidad del país, mucho mas si están a la inmediación de populosas ciudades i pertenecen a corporaciones o manos impedidas para trabajarlas. En Chile no se andan dos leguas sin palpar esta verdad, i sin ver hermosas campiñas yermas, porque la única mano que las posee, no alcanza a cultivarlas. Deseando el Gobierno remover los obstáculos que impiden la prosperidad nacional i formar la Hacienda pública, i usando de las facultades estraordinarias que inviste, ha acordado i decreta:
- Toma el Gobierno en propiedad la hacienda nominada del Bajo i Espejo que hoi posee.
- Reconoce a favor del hospital de San Juan de Dios, el valor capital en que sea tasada por peritos que se nombrarán por el hospital i por el Gobierno.