Página:Sevigne Cartas Escogidas.djvu/16

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xu PRÓLOGO

señorita de Scudery y de Mad. de Maintenon se tiene á igual dis- tancia de los sentimientos románticos de la una y de la reserva un poco desdeñosa de la otra; que relacionada con Port= Royal y alimentada de las obras du estos señores, no aprecia menos á Montaigne, ni cita menos á Rabelais y no quiere otra inscripción para lo que ella llama su convento que la de Santa li- bertad 6 hazlo que tú quieras, como en la de Abadía de Thelemo; una tal mujer puede bien loquear, distraerse, resbalar sobre los pensamientos y tomar voluntariamente las cosas por el lado familiar y divertido; pues ya ha dado pruebas de una ener- gía profunda y de una originalidad de espíritu bien rara. Una sola circunstancia hay en que no se puede menos de sentir que Mad. de Sevigné se haya abandonado á sus costumbres burlo- nas y ligeras, en la .ual se rehusa absolutamente tomar parte en sus burlas y en que después de haber buscado todas las razones atenuantes cuesta trabajo todavía el perdonárselo; es cuando cuenta tan alegremente á su hija la insurrección de los aldeanos bretones y las horribles severidades que la repri- mieron. Entanto que ella se limita á reirse de los Estados de los gentileshombres rústicos, de sus galas brillantes y de su entu- siasmo por votar todo entre las doce y la una, y de todas las otras locuras del prógimo de Bretaña después de comer, todo va bien; esto esde una sólida y legítima burla, recuerda en ciertos pasajes la pincelada de Moliére. Pero desde el momento en que ha habido trincheras en Bretaña y en Rennes un có- lico pedregoso, es decir, que el Gobernador Mr. de Chaulnes queriendo disolver la multitud con su presencia fué recha- zádo hasta su casa á pedradas; desde el moniento en que Mr. de Forbín llega con seis mil hombres de tropa contra los amoti- nados, y que estos pobres diablos desde lo más lejos que per- ciben las tropas reales se desbaudan por los campos, se arrojan de rodillas gritando Mea culpa (pues es la única palabra fancesa que saben); cuando para castigar á Rennes