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CARTAS ESCOGIDAS u

que no queréis escuchar mi respuesta; es importante que yo hable. Hay varios artículos que es preciso que yo exclarezca, y es justo que yo responda á todos los puntos que están en mi pro- ceso. » Ha sido, pues, preciso oirle contra el deseo de los mal intencionados, pues es cierto que mo pueden sufrir que él se «¿defienda tan bien. Ha respondido muy bien á todos los puntos; se continuará en seguida y la cosa irá tan deprisa, que creo que los interrogatorios acabarán esta semana. Vengo de comer del Hotel de Nevers y hemos hablado mucho la señora de la casa (1) y yo sobre este asunto.

Tenemos inquietudes que sólo vos podéis comprender; pues acabo de recibir vuestra carta, que vale más que todo lo que yo pudiera escribiros. Ponéis mi modestia á una prueba demasiado grande, preguntándome de qué manera estoy con yos y con vuestro querido solitario. Me parece que le veo y que le oigo decir lo que vos me mandáis; estoy desesperada de no ser yo quien ha dicho : la metamorfosis de Pierrot en Tar- tufe. (2) Esto está tan naturalmente dicho, que si yo tuviese tanto ingenio como yos creéis, le hubiera encontrado al extremo de mi pluma.

Es preciso que os cuente una historicta que es muy verdadera y que os divertirá, El Rey se ocupa desde hace poco en hacer versos. MMr. de Saint-Aignan y Dangeau le enseñan á hacerlos. El otro día hizo un pequeño madrigal que él mismo no encontró bonito. Una mañana dijo al mariscal de Grammont : « Señor mariscal, leed, yo os lo ruego, este ma- drigal, y ved si habéis nunca leído uno tan impertinente : por que se sabe que desde hace poco me gustan los versos, me los traen de todas las maneras. » El mariscal, después de haber leído, dijo al Rey :—« Señor, vuestra majesta:l juzga divinamente todas las cosas : la verdad es que éste es el más tonto y ri-

(1) Ana de Gonzaga habitaba entonces el botel de Nevers, que estaba en el sitio en que hoy está la casa de la muncda. Estaba casada con el hijo del gran Conde.

(2) El Canciller Seguier se llamaba Pedro y las gentes que no le querían le habian dado el mote de Pierrot,

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