SARTAS ESCOGIDAS 337
eursos, nada de bagatelas : esto es divino, es lo que no se ha visto jamás. Este pobre enfermo se encuentra indigno de mortr en el mismo sitio donde ha muerto Mad. de Longueville (1). Yo contaba todo esto á Treville (2) que estaba en casa de Mad. de La Fayette : él me respondió : Ved cómo se muere en este barrio. Duchene no cree que esto acabe tan pronto. Dios mío, querida hija; ¡cuán conmovida eslaríais de este santo especláculo! Yo no digo de aflicción, sino de consola- ción y de envidia. Saini-Aubin me ha demostrado mucha amistad, asi como á vos con motivo del joven marqués, pero todo esto, no es más que un momento, pues em seguida vuelve á Jesucristo y á su misericordia ; pues pará él, no es cuestión de ninguna otra cosa; pero en fin, tampoco es pre- ciso agobiaros con este triste relato. Quiero daros gracias, muy seriamente, de haber tomado el camino más largo para evitar esos pequeños arroyos que estaban convertidos en ríos. Haced siempre así, hija mía, y no Os fivis en la incertidumbre de una empresa, la cual no tiene remedio desde el moniento en que se ha dado el primer paso en el agua. Pensad en Mr. de la Vergne (3) y en mí, si queréis; — pero en fin, permitidme tomar siempre el más largo y cl más seguro; no hay ninguna com- puración entre aburrirse y ahogarse. ¿No era Paulina la que iba con vos en esa litera? Y bien, ¿su pequeña nariz os dis- gustaba? Vos calláis de repente algunas veces en detalles que yo quisiera saber; ¿creéis que os escribiré menos por eso? De ninguna manera. querida mía; yo no me arreglo según vues- tro modelo. Vuestro hermano está en la boda de Mile. de la
(1) En una gran casa contigua á los carmelitas dei taubourg de Santiago que babia estado ocupada por Mad. de Longueville, donde elía tuvo una muerte muy cristiana el 15 de abril do 1679, después de una penitencia de veintisiete años.
(2) El condo de Treville ó Troisviile, amigo íntimo de Enriqueta, duquesa de Orleáns, que se commovió tanlo por la muerte de ésta que renunció al mundo para no ocuparse más que de su salvación.
(3) El abate de la Bergue-Tressau, que fué arrastrado en su litera cuando pasaba el rio Gardon y murió ahogado por la imprudencia y la obstinación de su conductar el 3 de abri de 1684
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