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CAATAB ESCOGIDAS 389

cijarme de que siento esta diferencia, yo me aflijo de que haya perdido mil escudos de renta; y, ¿por dónde? ¿y cómo 25 regimiento, ¿le vale esto ? ¿Le venderá al marqués ? Pero el dinero que recibirá por ello pagando las deudas, ¿no dis- minuirá también sus intereses ? Hacedme este cálculo que me inquieta: yo no podría representarme al caballero de Grignan en París, sin su pequeño equipaje, tan complelo y tan bien dispuesto; yo no lo veré á pie ni mendigar plazas en Versalles ; esto no puede entrar en mi cabeza, es un artículo dislocado.

¡Ah! ¡Qué bien colocada está esta burlona palabral Yo no me atengo tampoco á vuestras sesenta y cuatro personas de guardia : vos me engañáis; no es esta vuestra última palabra, no es preciso una demostración de matemáticas.

En cuanto á Paulina, creo que no 'dudáis en h£ser de ella algo de bueno ó algo de malo : la superioridad de vuestro espíritu os hará seguir fácilmente el buen camino : todo os convida á cumplir con vuestro deber; el honor, la conciencia y el poder que tenéis en vuestras manos. Cuando pienso cómo se ha corregido en poco tiempo por agradaros, y qué bonita se ha puesto, comprendo que vos seréis la culpable de todo el bien que ella no haga. En cuanto á vuestras lecturas, mi querida hija, tenéis demasiado que hablar y que razonar para que os quede tiempo de leer : nosotros estamos aquí en un reposo demasiado grande y nos aprovechamos de él.

Yo leo de nuevo, con mi hijo, ciertas cosas que había leído á la ligera en París y que me parecen ahora completamente nuevas. Volvemos á leer también en medio de nuestras grandes lecturas todas las pequeñas novedades que encontramos á mano; por ejemplo, todas las bellas oraciones fúnebres de Mr. de Bossuet, de Mr. Flechier, de Mr. Mascaron y del P. Bour- daloue; lloramos de nuevo á Mr. de Turenne, Mad. de Mon- tausier, el principe, MADAME y la reina de Inglaterra; admi- ramos este retrato de Cromwell (1); estas son obras maestras de la elocuencia, que encantan al espíritu.


(1) Véase Bossuet, oración fúnebre de la reina de laglaterra,