45 MADAMA DE SEVIGNÉ
lutamente pensar en esle matrimonio. Mr. de Lauzun recibió esla orden con todo el respeto, toda la sumisión, toda la fir- meza y toda la desesperación que merece una caída ¡an grande. En cuanto á Mademoiselle, según su amor, rompió en lloros, en gritos, en dolores violentos, en quejas excesivas, y todo el día estuvo en la eama, sin querer tomar más que caldo, Ved aquí un hermoso sueño, un bonito asunto para novela ó tragedia, pero sobre todo un buen molivo para hablar y razo- nar eternamente. Esto es lo que hacemos día y moche, tarde y mañana sin cesar : en fin, esperamos que vos haréis lo mismo : E frá tanto vi bacio le mani.
AL MISMO
París, Miércoles, 24 diciembre 1670.
Sabéis ya la historia romántica de Mademoiselle y de Mr. de Lauzun. Es el motivo justo de una tragedia con todas las reglas del teatro; nosolros dispusimos los actos y las escenas el olro día, solamente que tomando cuatro días cn vez de cuatro horas, sería una pieza perfecta. Nunca se han visto tan gran- des cambios en tan poco tiempo; jamás habéis visto una emo- ción tan general, nunca habéis oído una noticia tan extraor-= dinaria, Mr. de Lauzun ha desempeñado su personaje á la perfección; ha sostenido esta desgracia con una firmeza, un valor, y sin embargo, con dolor mezclado de profundo res- peto, que se ha hecho admirar de todo el mundo.
Lo que ha perdido no tiene precio; vero las buenas gracias del Rey, que ha conservado, son sin precio también, y su for- tuna no ha salido mal librada. Mademoiselle lo ha hecho tam- bién muy bien. Ha llorado mucho; ha comenzado hoy á cumplir sus deberes en el Louvre, del cual habia recibido todas las yi= sitas. Esto ha concluido. Adiós.