52 MADAMA DE SEVIGNÉ
valor para llevar adelante esta locura. y ros alegramos mucho de que el lecho fuera bueno. Nos parece que hoy estáis en Moulins. Ahí recibiréis una de mis cartas. No os he escrito 4 Briare : era el miércoles el día cruel en que era preeiso escr: bir, era el mismo día de vuestra partida y, estaba tan ago- viada, que no tenía fuerza para buscar consuelo ni aun 2seri. biéndoos. Allá van, pues, mi segunda 'y mi tercera carta $ Lyon. Tened cuidado de decirme si las habéis recibido, Cuando se está á gran distancia, no hay que burlarse de las eartas que empiezan con: He recibido la vuestra. El pensamiento que tenéis de alejaros siempre, y de ver que esa carroza va sieme pre hacia allá, es uno de los que más me atormentan. Os ale» jáis siempre, y al fin, como decís, os encontraréis á doscientas gaas de mi : entonces, no pudiendo sufrir las injustiejas, sin cometerlas á mi vez, me alejaré yo también, y me alejaré lanto que llevaré á encontrarme á trescientas leguas : ésta perá una buena distancia, y será también una £osa digna de mi amistad el emprender atravesar la Francia para ir á encontraros. Me alegro mucho de que hayáis reanudado las amistades el coad» jutor y vos : ya sabéis cuánto he creído siempre que era nece- sario esto para la felicidad de vuestra vida; conservad bien este tesoro. Vos misma estáis encantada de su bondad. Hacedle ver que no sols ingrata.
Dentro de un rato acabaré m. carta. Es posible que en Lyon estéis tan aturdida com telos los honores que se os harán, que no fendréis tiempo de leer todo esto : tened al menos el de mandarme noticias vuestras, de eómo estáis, y cómo se conserva vuestro amable rostro que yo amo tanto, y si os embarcáis sobre ese diablo de Ródano, (reo que tendréis ú Mr. de Marseille en Lyon.
Miércoles por la noche.
Acabo de recibir en este momento vuestra carta de Nogent; me ha sido dade por ua pobre hombre é quien yo he pregun-
