musical de los períodos, de la construcción elegante de la frase, y de corte final de cada párrafo.
Pero no escogen el yeso con que han de hacer las molduras y adornos del frontispicio de un discurso.
Comoquiera que la solidez oratoria mas depende del fondo y de la forma interna, como mas conexión con la forma externa tiene la belleza del discurso, bueno es no olvidar la importancia de cada vocablo dentro del párrafo en el cual se le hace jouer son róle.
Nadie ignora, en primer lugar, que la forma externa de la oratoria emana de dos órdenes de cualidades personales: las literarias y las físicas.
O sea, espresión del pensamiento por medio del lenguaje, é interpretación del discurso mediante la presencia, la voz, la pronunciación, el gesto y los ademanes del orador.
Y ni la cláusula será clara, pura, precisa, pero ni tampoco enérgica ó agradable, si se procede á destajo en la elección de las palabras.
Como el estilo saldrá defectuoso y la pronunciación incorrecta si los vocablos no encajan bien en la frase, ó sí no dan á ésta un tinte adecuado á los medios físicos del orador.
¿Y el plan?.... ¿y el fondo?... ¿no son movimiento