con el temple suficiente para las iniciativas de varon fuerte, y para los actos de trascendencia política.
Se ha enaltecido, apropósito del ex-Presidente Roca, esa facilidad que le atribuyen para el conocimiento inmediato de los hombres.
No es mas que el desarrollo, muy distante de ser raro, de una aptitud indispensable pero no esencial en el político.
Quiero decir que, siendo el político un hombre de vistas justificadas por sus antecedentes de vida política, solo para las relaciones prácticas que de aquella emanan, requiere una perspicacia extraordinaria.
Y aún no es necesario poseer el «golpe de vista» ó «tanteo» para conocer al primer individuo que se presente. Prefiero esa misma aptitud, pero bien ejercitada, y como un medio de apreciación á posteriori.
El Diputado Gorostiaga usufructúa con éxito esa propiedad de su entendimiento.
Y como este tiene mucho de generalizador, el simpático congresal ha formado un cuadro sinóptico de su particular uso para el acabado y exacto conocimiento de los hombres políticos.
Y si á esto se une cierto sentido práctico respecto de las cosas, sobre las que forma tan