O sea, «de como el ingerto político de un álamo puede llegar á buen árbol frutal del huerto parlamentario.»
Es un hombre doblemente cuadrado: tiene cuatro costados como periodista y como congresal.
En la Cámara, es oportuno en sus observaciones, ático en las réplicas, práctico en las iniciativas y vigoroso en su dialéctica.
Como escritor, reconcentra á la vez una facilidad sorprendente de concepción, gran fecundidad comparativa, soltura de estilo y valor personal.
Lainez y una carilla de papel «se cargan por influencia» como las cubiertas de una botella de Leyde: por eso suelen despedir chispas los puntos de la pluma que pone en comunicación ambos elementos periodísticos.
Comerciante y consagrado á los números, es de los diputados mas competentes en materias económicas.
Solo que tiene la suprema discreción de no alardear de Colbert criollo, como su paisano y colega Tagle.
Si no lo sabe, sospecha dos cosas que no debiera perder de vista todo aficionado á las armonías de Bastiat: