acechar el «cuarto de hora» de atención del auditorio.
De la vista, para comprender los lados débiles ó fuertes del pró y del contra, y para estar al cabo de la situación de ánimo de la Cámara.
Del tacto, para la elecció acertada de los argumentos y de los pensamientos, de modo que no se den de guantadas con el asunto ó con los sentimientos dominantes en la Sala.
Del gusto, para la adaptación de la frase, de la mímica, del tono y del timbre, á las diferentes situaciones del discurso.
Y del oido, para no desafinar, con la voz ó con la frase, el ritmo oratorio de cada período, ni la cadencia correlativa del conjunto.
De todos esos sentidos, el doctor Gomez apenas ha demostrado poseer el de la vista.... Y aun creo que es miope!
Como miembros informativos, no percibo diferencia alguna entre el Diputado Gomez y el Senador Tello.
En son de pegar un solo á cualquier conocido que encuentran á mano, ambos honorables disertan aburridamente, lo mismo para dar la