Se dirá, y es cierto, que Tagle fué el hacha parlamentaria que, cayendo sobre las concepciones económicas de Plaza, partieron al autor, derribándolo del Ministerio y suministrándole oportunidad para ir á llorar sus perdidas ilusiones ante la tumba colosal de los Faraones.
Pero la justicia me obliga á rectificar.
Uno de los proyectos de Plaza, aquella famosa escala de sueldos, obedecía á un principio económico superior al que rige la actual y disparatada distribución del salario oficial.
Y como tratándose de hombres y negocios públicos es lícito examinar las intenciones, bueno es recordar que la victoria del Diputado Tagle consolidó la influencia que la Comisión de Presupuesto debe á su eficaz iniciativa en los aumentos de asignaciones y creaciones de empleos.
Entre tanto, el doctor Plaza no aumentó el catálogo de sus numerosos errores, atribuyéndose en esa ley el papel de dispensador que quitaba al Consejo de los Cinco, presidido por el Diputado Tagle.
Un buen día ocurriósele al Diputado Tagle que su querido Presupuesto no era bebé para ser