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II. EL ADJETIVO SIGUE A LOS SUSTANTIVOS, Y NO ESTÁ UNIDO A ELLOS POR NINGÚN VERBO EN MODO PERSONAL
1] Sobre este punto, como tantos otros y no menos fun- damentales de la Sintaxis, es grande la confusión reinante en las gramáticas; para convencerse de ello, no hay sino intentar orientarse en medio de sus preceptos contradicto- rios. No se nos oculta que en gran parte ello se debe a que los gramáticos, en vez de los hechos no han tenido presente sino sus ideas y prejuicios teóricos al respecto. Por nuestra parte, siguiendo las normas invariables que siempre guían nuestros pasos en estas cuestiones, es decir el absoluto so- metimiento a los hechos del lenguaje, hemos llegado al principio general que enunciamos en el párrafo siguiente.
2] El adjetivo que sigue a varios sustantivos, re- firiéndose a ellos, puede concordar con el último en género y número, o en plural con el conjunto; en este último caso, si los sustantivos pertenecen a un mismo género, lo adoptará el adjetivo, y si son de distinto género, irá el adjetivo en masculino.
Enumeramos a continuación, todas las combina- ciones que puedan presentarse en esta concordancia, con los ejemplos probatorios de la regla formulada:
a] (todos los sustantivos en singular y de un mis- mo género; el adjetivo concordando con el más pro- ximo):
Algún color y sabor extraño. (FR. Lurs, N. 207.) La gracia y grandeza prometida. (Lo. 199.) Al salir de la barca Dorotea y Celra cargada de oro. (LOPE D. 15.) Murió en pleno crecimiento y salud mental. (LomBa Y PeDRaja, R. F. II, 137.)
