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Bajo el gobierno español nuestras provincias com- pusieron un solo virreinato. (In. 152.) Para el cin- dadano virtuoso no hay estímulo más fuerte que las aclamaciones de un pueblo reconocido. (M. MORE- NO, D. 217.) Al conflicto de los intereses y al desacuerdo de las ideas, /a ley de agosto había agregado las dificultades de su interpretación. (AvE- LLANEDA, 7. 209.) La democracia para vivir necestía animar la existencia entera de los pueblos. (Íp. 232.)
b. De las expresiones intercalares o de paréntesis.
1] Damos este nombre, de acuerdo con Benot (4. 248.), a palabras o frases muy parecidas a los complementos explicativos, pero que se distinguen de ellos en que aparecen en cierto modo como verda- deras interrupciones, y hasta como elementos extraños «sin conexión formal ni gramatical con la oración», para emplear los términos de que se vale Cejador (G. $ 212.); sin embargo, aunque estos elementos sean independientes, gramaticalmente considerados, no lo son «en la mente del que habla, el cual pretende de- clarar por» ellos «alguna idea relacionada con la oración que enuncia», como justamente añade el au- tor citado: y por ese motivo es por lo que los in- cluímos en la clase de los complementos. Agregare- mos que las expresiones intercalares casi siempre se hallan entre comas u otros signos de puntuación, y suelen estar formadas de alguna de las maneras que a continuación se expresan:
