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Era un acorde lamento
de juventud y de amor
para la luna y el viento,
el agua y el ruiseñor.
"El jardín tiene una fuente
y la fuente una quimera..."
Cantaba una voz doliente,
alma de la primavera.
Calló la voz y el violín
apagó su melodía.
Quedó la melancolía
vagando por el jardín.
Sólo la fuente se oía.
FIN
Soledades
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