les
ms. El lujo.
e es permitido a ciertas fomilias el llevar idos ricos i magnificos, es mas digno de estimación el quedarse un poco inferior 2su posicion social. La modestia i la honradez, queri- das niñas, serán siempre para las mujeres el mas bello ¡ mas noble adorno, Este era el de la virtuosa esposa del rei de Fran- cia Enrique UL Kn medio del lujo mas desenfrenado de la corte, nu se distinguia sino por la sencillez de sus vestidos. *
Pasando un dia por la calle de San Dionisio, entró en la tienda de un mercader de sedas. Encontró alli a la mujer de un presi dente de los tribunales vestida magníficamente, i mui preocu= pada en la eleccion de telas riquisimas; la reina la observó algun rato en esta ocupacion; i viendo que no alendia que ella estaba en la tienda, se acercó a la dama, i le preguntó quién era. La presidenta, que se veia sin comparacion mucho mejor vestida que la reina, i que lenía lodos «us sentidos ocupados en consi- derar la belleza de las telas que tenia delante de los ojos, le con. testó ásperamente que se llamaba Ja presidenta (al, Entónces sonriéndose, la reina le dijo: «Presidenta tul, estais mui enga= lonada para mua mujer de vuestra ralidad.a La presidenta, sin opartar la vista de las lelas, replicó: «Pero no es a vuestra costa, mudama» .. .. . . Uno del séquito de la reina advirtió a la presidenta que respetase a quien hablaba,
Entónces levantó los ojos al rostro de la reina, i habiéndola recunacido, +e arrujó a sus piés pidiéndole perdon. — Se apre- suró a levaular!a la reina, despues le hizo con dulzura una corta amonestación sobre las consecuencias del lujo, ¡le dió lestimo= nios de su benevolencia.
La causa mas coimun de la ruina de muchas familias es que
- En exatquier rango 1 edad
Viste con foneslidad,