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arreglan sus gastos segun su vanidad, i no seguu sus medios; segan su ambicion i no segun su riqueza. El lujo, amables niñas, es hijo de la presuncion, conduce a la pobreza por cami- nos brillantes i agradables; pero son solamente los locos los que lo siguen.
Sendero de precipicios Es el lujo en la mujer,
Por donde va a perecer En la llama de los vicios.
Sva tu porte adecuado A tu haber, clase i estado.
El lujo, gula i pereza Conducen a la pobreza.
XL El adorno de las mujeres.
Madama Dacier erauna mujer mui instruida i célebre por sus abras. Un sábio aleman que las habia leido i que las apreciaba en mucho, fué a visitarla a Paris, i le presentó un album, rogán- dole tuviera la bondad de escribir en él alguna cosa. Al ver en el album las firmas de los mas célebres literatos de Europa, dijo madama Dacier que no se atrevia a poner el suyo entre tantos nombres ilustres. No se desanimó e) aleman, i cuanta mas resistencia se le ponia, mas instaba. En fin, cediendo la señora a tantas instancias, tomó la pluma i escribió su nombre con la siguiente sentencia de un antor griego: «El silencio es el adorno de las mujeres.»
Un célebre poeta, espresando el mismo pensamiento de ma= dama Dacier, ha dicho:
Un profundo silencio siempre ha sido De las mujeres el mas hello adorno.