Página:Sub Terra.pdf/103

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
101
EL PAGO

— ¡Canallas, ladrones!, pudo esclamar despues de un momento con voz enronquecida. Con la cabeza echada atras, el cuerpo erguido, destacándose bajo las ropas húmedas i ceñidas los amplios hombros i el combado seno, quedó un instante en actitud de reto, lanzando rayos de intensa cólera por los oscuros i rasgados ojos.

— ¡No rabies, mujer, mira que ofendes a Dios!, profirió alguien burlonamente entre la turba.

La interpelada se volvió como una leona

— ¡Dios!, dijo, para los pobres no hai Dios!

I lanzando una mirada furiosa hacia la ventanilla, esclamó:

— ¡Malditos, sin conciencia, así se los tragará la tierra!

Los capataces sonreian por lo bajo i sus ojos brillaban codiciosamente contemplan a la real hembra. La viuda arrojó una mirada de desafio a todos i volviéndose ha-