los gobernadores y de su ejército, para darles la batalla con cien mil hombres, pero buena gente de sus reynos. Juntándose ambos ejércitos, se dió la batalla de poder, á poder, en el discurso de la cual sucedieron varias cosas, que tuvieron dudoso el suceso, hasta que pasándose mucha gente del campo de los gobernadores al de Yeyasudono, se sintió la mejoría de su negocio, y se declaró por él la victoria con muerte de mucha gente y de muchos señores; vinieron los que restaron (escapándose muy pocos) á manos de Yeyasudono, y entre ellos los cuatro gobernadores. Y habiendo cortado los mas de los Tonos, y á otros quitado sus señoríos y provincias, y proveídolo todo de nuevo, en personas de su devocion y parcialidad, hizo justicia particular de los gobernadores (despues de haber vuelto á la Corte, triunfando de sus enemigos, y apoderado de todo el reyno), mandándolos luego crucificar y cortar las orejas, y traerlos por las calles de las ciudades principales de Osaka, Sacai y Fugimen, y el Miaco, en carros, hasta que murieron en cruces, con otros tormentos: que habiendo sido éstos, por cuya industria y consejo, pocos años antes, Taico había hecho lo mismo de de los frailes Descalzos que martirizó, se puede entender, los quiso Dios castigar tambien en este mundo, con el mismo rigor.
Quedó con esto Yeyasudono en el gobierno universal de Japon, como Taico lo tenía, sin sacar al hijo que dejó en la fortaleza de Osaka, antes lo puso mas guardia, y mudando el nombre (como lo acostumbran los señores del Japon) se llamó Daifusama por mas dignidad.
Fr. Gerónimo de JESVS, compañero de los mártires, que quedó escondido en el Japon, por la persecucion del tirano Taicosama, y se entretuvo en tierra dentro, el hábito mudado entre los Cristianos, de manera que aunque fué buscado con cuidado, no pudo ser descubierto, hasta que muerto Taicosama, y apoderado