islas; hecho el efecto, procurará dar la vuelta, lo mas brevemente que pudiere á ellas, y si los tiempos no le dieren lugar á volver, hasta que haga moncion, procurará conservar el armada, proveerla y aderezarla de todo lo necesario, por cuenta de su Magestad, para que haga su viaje, con la mayor brevedad y seguridad que sea posible. Fecha en la ciudad de Manila, á diez de Deciembre, de mil y seiscientos años, don Francisco Tello, por mandado del gobernador y capitan general, Gaspar de Acebo.»
El Oydor con toda la gente se fué al puerto, y hizo la embarcacion della en los dos navíos, tomando por capitana la nao San Antonio de Sebú, por ser mas capaz para la gente de cumplimiento que consigo embarcaba, y dejando el patache Portugues; porque el gobernador lo había desembargado, para que los Portugueses se volviesen en él á Malaca sin perder tiempo; aprestándose con la armada para servicio della, dos caracoas equipadas de Indios, con dos Españoles que las gobernaban. Salieron del puerto de Cabit, y se hicieron á la vela (despues de haber confesado y comulgado), á doce días del mes de Deciembre, del año de mil y seiscientos, llevando por piloto mayor á Alonso Gomez, y en la capitana, al padre Diego de Santiago, con un hermano lego de la compañía de JESUS, y Fr. Francisco de Valdes de la orden de San Agustin; y en la almiranta, Fr. Juan Gutierrez, con otro compañero de la misma orden, para lo que se ofreciese de su ministerio.
El mismo día llegaron ambos navios desta armada, á surgir de noche, junto á la poblazon, y suridero de la isla de Miraveles, en la boca de la bahía, y luego que fué de día, le salió un barangai de tierra, en que venían las centinelas, que el día antes había el Oydor enviado á la ligera, á que le tuviesen nueva cierta de do estaba el corsario, y le dijeron, que cuando la armada venía saliendo del puerto de Cabit, el enemigo