de otra cosa; con que, ni hay labores, ni granjerías del campo de consideracion, ni labran, ni benefician minas, ni lavaderos de oro (que hay muchos), ni se dan á otras muchas cosas que pudieran, con mucho aprovechamiento (si el trato de China les faltara) que para esto ha sido de mucho daño y perjuicio[1]; y para las ocupaciones y labranzas, que los Naturales solían tener, que ya las van dejando y olvidando[2], fuera del mucho daño y perjuicio, que es salir por esta puerta á poder de infieles cada año mucha plata, que jamas ha de volver por ninguna vía á poder de Españoles.
Los ministros de su Magestad, para el gobierno y justicia y oficiales reales, para la administracion de la hacienda de su Magestad son: el gobernador y capitan general de todas las islas, que juntamente, es presidente de la audiencia real de Manila; tiene de salario por todos sus oficios, ocho mil pesos de minas al año[3], y su guardia de doce alabarderos, con un capitan de la guardia, con sueldo de trescientos pesos al año; provee y despacha privativamente todo lo que pertenece á la guerra y gobierno, con consulta de los Oydores de la audiencia, en los casos arduos, y conoce en primera instancia de las causas criminales de los soldados de paga, y las apelaciones de lo que procede, van á la audiencia.
Provee muchos alcaldes mayores, corregidores, tenientes y otras justicias, en todas las islas y provincias dellas, para el ejercicio del gobierno y justicia, y cosas de la guerra, ante un escribano mayor de la gobernacion, proveido por su Magestad, que asiste con el gobernador.
- ↑ El trato ha desaparecido ya, y sin embargo, los Españoles ni tienen «labores, ni granjerías del campo de consideración, ni benefician minas, ni lavaderos de oro», etc.
- ↑ Es maravilloso ver cómo han continuado las cosas á pesar de haberse conocido desde un principio la marcha del mal.
- ↑ Ahora tiene 40,000 pesos.