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Una, para el
una femenino singu- Femenino singular. lar (una mujer); unas, para el fe-
a menino plural (unas 1nujeres).
58. La falta á la escuela.
El maestro hará leer la bistorieta siguiente é intarrogará 4 los dis- sípulos sobre el sentido, la naturaleza y la oriografía de las pa- abras ,
1. Pedro y Jacobo, dos niños de una misma al- dea, no habían ido á la escuela.
2. Al día siguiente, el institutor* quiso saber có- mo habían empleado uno y otro su tiempo.—«¿Por qué, Pedro, no has venido ayer á la escuela?» preguntó el maestro.
3.—«He estado cuidando á mi hermanito durante la ausencia de mis padres», respondió Pedro con un tono lleno de satisfacción.
4.—«Y tú, Jacobo, ¿qué has hecho?» —«Yo, señor, balbuceó con el rostro encendido, he estado enfermo».
5. Esta vacilante respuesta hizo comprender al maestro que los dos niños no habían dicho la verdad,
6. Los interrogó entonces de nuevo.
7. Mientras que Pedro se obstinaba en repetir la misma respuesta, Jacobo confesó que, en vez de venir á la escuela, había pasado todo el tiempo en jugar á las bolitas con su condiscípulo en el tondo del valle.
8. Esta confesión hizo que el maestro perdonase á Jacobo su falta; pero la obstinación y terquedad de Pedro fué castigada severamente, primero por el insti- tutor, y en seguida por sus padres,
9. Seamos siempre francos y verídicos*; la fran- queza y la veracidad* hacen perdonar muchas veces las faltas.