Página:The Velveteen Rabbit.djvu/34

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida

Niño lo aventaba, pero por supuesto no quería decirlo.

"¿Puedes saltar sobre tus patas traseras?" preguntó el conejo peludo.

Era una pregunta terrible, ¡ya que el Conejo de Peluche no tenía patas traseras en absoluto! Su parte de atrás era de una sola pieza, como una almohadilla. Se sentaba inmóvil entre los helechos y esperaba que otros conejos no se dieran cuenta.

"¡No quiero!" dijo otra vez.

Pero los conejos silvestres tienen ojos muy agudos. Y éste extendió su cuello y miró.

"¡Él no tiene patas traseras!" dijo. "¡Imagina un conejo sin las patas traseras!" Y comenzó a reír.

"¡Tengo!" gritó el pequeño Conejo. "¡Tengo patas traseras! ¡Estoy sentado sobre ellas!"

"¡Entonces estiralas y muéstrame, así!" dijo el conejo salvaje. Y comenzó a moverse como remolino y bailar, hasta que el Conejo estuvo bastante mareado.

"¡No me gusta bailar", dijo. "¡Yo prefiero sentarme sin moverme!"

Pero todo el tiempo anhelaba bailar, porque un curioso nuevo sentimiento cosquilleó a través de él, y sintió que él daría cualquier cosa en el mundo

10