144 POLÍTICA DOMÉSTICA
el hijo de Filipo consideró pequeño el orbe para satisfacer la inmensidad de sus deseos. En las mu- jeres, esta pasión no necesita salir de la modesta esfera de la vida doméstica; pues dedicadas á la familia por un instinto irresistible, encierran sus vehementes pasiones en este reducido círculo. Es- trechada, por decirlo así, en tan limitado espacio, la propensión á dominar se concentra; y no pu- diendo extenderse á una multitud de objetos, co- mo la extiend:n los hombres, “comprime con obs- tinación formidable todo cuanto cae bajo su acción directa. Hay mujeres que en el hogar doméstico fundan un imperio y necesitan conquistarlo, luego dominarlo y después defenderlo contra los enemi- gos interiores y los exteriores. Algunas de ellas, en esa lucha continua, muestran tener todas las buenas y las malas cualidades de los hombres de estado, su actividad infatigable, su firmeza inven- cible, su paciencia heróica; mas también el odioso egoismo que sabe sacrificarlo todo por perpetuar su dominación ; y con este fin, ¡ qué reflexiones tan serias, qué combinaciones tan hábiles, qué artifi- cios tan ingeniosos!
Y hay mujeres gazmoñas que de la tentación de dominar quieren librarse por sus frecuentes pe- nitencias, por su largueza en las limosnas, por sus oraciones; mas apénas vuelven á encontrar cual-
