230 POLÍTICA DOMÉSTICA
de un precioso campo, ó aspirar con delicia el aro- ma de las flores, decidles que á Dios deben todos esos goces; así adquirirán el hábito de relacionar con Él todas las emociones agradables de que se sientan poseidos, y así también uno de sus pri- meros sentimientos será el amor del Creador. No os abstengáis de hablarles de Dios, por te- mor de que no estén, á causa de su temprana edad, en disposición de formarse idea exacta de ÉL ¿Dónde hay hombres que puedan represen- társelo dignamente, aun en la madurez de la ra- zón? Importa mucho conocer lo que á las miradas atentas revelan los actos de omnipotencia, sabidu- ría y bondad infinitas, que resplandecen diariamen- te álos ojos de vuestros niños, cuya ávida curio- sidad exige que se les instruya. Aprovechad su fervoroso deseo de saber, para hacerles sentir, en cuanto os sea posible, los inmensos favores que debemos á la Divina Providencia; pues asociar estas impresiones á las primeras ideas que se forman en la mente y á los primeros sentimientos que nacen en el corazón, es una necesidad por todo extremo digna de atención constante. En la dichosa edad en que las cosas de la vida apa- recen bajo aspectos amables y con los más gra- tos colores de la alegría y la esperanza, es cuando conviene iniciar al niño en el conocimiento de lo
