SOBRE LA EDUCACIÓN INTELECTUAL Y ESTÉTICA DE LAS NIÑAS
¿Qué dirección es necesario dar á la inteligencia de las niñas? ¿Hasta qué punto deben aprender á pensar, á raciocinar, á hablar?, esto es, ¿en qué me- dida conviene cultivar la mente de la mujer?—Para responder, nos hallamos entre dos extremos.—Si aconsejamos que la mujer se limite estrictamente á las tareas domésticas, se nos acusará de pretender re- bajarla á una condición humilde y triste, y reducir- la á un estrecho círculo de ideas. Uno delos escri- tores que con más entusiasmo han pintado lo venta- Joso de esa vida modesta, cita el ejemplo de la exce- lente esposa de un insigne dramaturgo, la cual nunca vió representar las obras de su marido, ni las leyó, quizá con el firme propósito de no tener que confesarse de ello. Pero, en cambio, sabido es que siempre ha habido mujeres que, lejos de limitar su in-
